Desde el 2 de noviembre del año pasado, en la primera ronda del Apertura 2020, el argentino, Roberto «Toto» Gamarra llegó a liderar el banquillo de Luis Ángel Firpo, luego de que la dirigencia taurina decidiera separar al timonel nacional William Renderos Iraheta.
Gamarra, a su estilo, que consiste en no dar ventajas a ningún pupilo, tomó la conducción de la barca firpense. El equipo obtuvo los resultados que solo le alcanzaron para llegar a cuartos de final.
Junto al estratega gaucho la directiva pampera colocó como asistente a uno de la casa, Eraldo Correia, que antes había sido el principal en el equipo usuluteco. Hasta ahora ha habido química entre los dos estrategas suramericanos. Cada uno, sobre todo Correia, ha respetado el terreno de acción y las atribuciones del otro.
A la llegada de Gamarra al banquillo de los toros, Correia tuvo que dirigir algunos partidos como principal, debido a que su jefe inmediato no tenía el visto bueno para estar en la cancha. Sin embargo, Correia siempre esperó a las órdenes de «Toto». No se hizo siquiera un cambio sin el consentimiento del argentino.
En plática con Diario «El Salvador», Correia indicó que ahora está subordinado a la palabra de Gamarra, de quien respeta sobre todo el carácter para hacer su trabajo. Eso lo ha llevado ahora, incluso, a firmar una amistad con el timonel principal del conjunto firpense.
«Toto tiene su forma de ser. Nos respetamos cada uno. Soy el auxiliar, el segundo en el banquillo de Firpo. Tomo mi lugar, debo respetar al Toto. He aprendido de él. Tiene un currículo bárbaro, tiene sus conocimientos y yo tengo los míos. Ahora solo soy el asistente, debo estar sometido a la órdenes de Toto. Somos amigos con él», indicó el estratega brasileño en plática con este medio.