La época de Cuaresma está a punto de comenzar para los feligreses cristianos y católicos. Es por este motivo que el sacerdote Edwin Henríquez, de la Arquidiócesis de San Salvador, brindó algunos detalles sobre la temporada y cómo la iglesia se ha preparado para esta época.
En ese sentido, el sacerdote detalló respecto a los protocolos de bioseguridad que se desarrollarán en las celebraciones de las misas del miércoles de ceniza. Según indicó, las iglesias permitirán el ingreso del 50 % de su capacidad para respetar el distanciamiento social y mantendran activo el protocolo aprobado en 2020. Además, será obligatorio el uso de mascarilla y los asistentes deberán aplicarse alcohol gel para desinfectar las manos.
«Este año, el Miércoles de Ceniza será como el del año pasado. La imposición de la ceniza será colocándola en la coronilla de la persona. Previamente la bendición “Conviértete y cree en el evangelio” será comunitaria en la misa no se le dirá a cada persona, esto, para evitar hablar frente a la persona y propiciar cualquier tipo de contagio. Las personas que no puedan acudir a la iglesia porque están enfermas o porque se les imposibilitó, pueden acercarse más adelante y solicitar la imposición de la ceniza. Recordemos que está bendita (la ceniza) y únicamente puede ser impuesta por un sacerdote o ministro», comentó el religioso.
Según el religioso, la Iglesia Católica celebra todos los años la pascua de Jesucristo en Semana Santa, una celebración que se desarrollará en la segunda semana de abril, entre el 12 y 17.
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«Para llegar ahí hay una preparación que nosotros conocemos con el nombre de la Cuaresma y esa temporada comienza con el Miércoles de Ceniza. Esta es una fiesta móvil porque tiene que ver con la luna, con los equinoccios de invierno y los de primavera, por eso no es una fecha fija todos los años y en función de la pascua del Señor Jesús es que uno calcula los otros tiempos», explica el padre.
Por otra parte, agregó que este año, ser hará el lanzamiento de la Colecta de la Solidaridad, con la cual, buscan solicitar el apoyo de los feligreses para desarrollar diferentes proyectos. «Esta colecta es para ayudar a proyectos sociales que casi siempre van encaminados a la formación y es una forma de que los fieles vivan esa limosna del decir “yo voy a compartir con los hermanos más necesitados que probablemente va a llevar probablemente una clínica de salud en una parroquia o que va a impulsar un proyecto de formación para jóvenes».