«No sabemos si de acá saldrán los escultores del futuro», dijo emocionada Ana Lorena Lemus de Galán, directora del Complejo Educativo de La Libertad, en donde esta semana se llevó a cabo el primer Festival de Esculturas de Arena, creado e impulsado por artistas de talla nacional e internacional.
El evento contó con la mirada curiosa de estudiantes del complejo educativo, quienes cursan entre parvularia y bachillerato. La institución también abrió sus puertas a invitados especiales, como los estudiantes del Centro Escolar Luz de Sotomayor. Ellos, al ver las esculturas de arena y el proceso de elaboración, mostraban mucho interés por conocer e incursionar en este tipo de arte.
Fueron tres las obras elaboradas por dos artistas, uno salvadoreño y otro mexicano. El maestro Francisco Méndez es el representante nacional e internacional de las esculturas en arena de El Salvador; además de ser escultor profesional, cuenta con formación en el Centro Nacional de Artes (Cenar) y labora como docente de Matemática en el Complejo Educativo de La Libertad. «Se decidió hacer un festival con la ayuda de unos amigos, como Hugo Salinas, y el concejo municipal de Intipucá, y aprovechando la visita de escultores internacionales, como el maestro Calixto Molina. Así decidimos, como complejo educativo, hacer un taller de exhibición para los estudiantes», expresó Méndez.
Pero la actividad tenía otro objetivo educativo, y este consistía en promover el bachillerato técnico vocacional, específicamente la opción de servicios hoteleros, y así también fomentar el turismo local. Por su parte, el maestro Calixto Molina Navarrete acudió en representación de México. Durante 23 años ha viajado por el mundo mostrando su arte.
«Viajo haciendo lo que me gusta y esto es difundir el arte efímero de la escultura en arena. He llevado mi arte a aproximadamente 25 países; entre estos, Canadá, Estados Unidos, Bélgica, Holanda, Francia, Alemania, Rusia, Suiza, España, India, Catar, Dubái, Kuwait y Japón. Recientemente he estado viajando mucho por Centroamérica para promoverlo», aseguró Molina.
Para los organizadores, esta actividad ha venido a despertar la creatividad de los niños y jóvenes, y por eso esperan seguirlo promoviendo para el próximo año. «Es algo motivador. De repente alguien tiene talento y le despierta el interés. No necesariamente debe ser con arena, pero la ventaja de este recurso es que a mí me ha dado la oportunidad de viajar; entonces, los chicos pueden aspirar a eso también», agregó el escultor mexicano.
Para esta jornada, la materia prima utilizada fue la arena de la playa Las Flores, pero las obras se pueden trabajar con cualquier tipo de arena, solamente que, dependiendo de la finura, así será el resultado. El principal secreto, según los expertos, es mojar bien la arena para poderla manipular; de lo contrario, seguirá estando suelta. Al final del modelado, se le aplica un sellador que está compuesto por pegamento blanco que se diluye con agua en una bomba. Se le aplican de dos a tres capas para que, finalmente, pueda durar entre ocho y 10 días. Debido a la naturaleza de la arena, si la escultura no cuenta con la hidratación suficiente, se puede comenzar a romper. El calor también influye, ya que el agua que la compone se evapora. Por este motivo, este arte es conocido como efímero, porque tiene un corto tiempo de vida.
«La arena, cuando está suelta, necesita humectación y se solidifica. Para compactarla hay que darle pequeños golpes, y una vez tenemos el bloque comenzamos a modelar. Para el festival trasladamos aproximadamente ocho metros cúbicos de arena y la ventaja es que después de ser utilizada la vamos a esparcir en la grama de nuestro patio central y así se hace la función de abono. Este es un arte amigable con el medioambiente», explicó Francisco. En el complejo educativo las creaciones están siendo protegidas con toldos para evitar su deterioro.
EXPOSICIÓN EN LA PLAZA MERLIOT
Desde el 11 hasta el 27 de marzo, los maestros de El Salvador, México y Perú tendrán una exposición en el centro comercial Plaza Merliot para mostrarle al público el proceso de esculpir la arena hasta culminar en una obra de arte. En El Salvador no hay una escuela que forme a los artistas con esta técnica. Se aprende de manera empírica.