La Plaza Divino Salvador del Mundo, en San Salvador, se tiñó de azul y blanco con el despliegue de humo de dichos colores y con la estela que dejaron los aviones A-37 Dragonfly de la Fuerza Aérea Salvadoreña, que sobrevolaron el cielo de la capital salvadoreña para conmemorar los 202 años de independencia. Las calles de la capital se fundieron junto a los colores del cielo que se posa sobre este día de fiesta para los salvadoreños.
Hacia la cima del monumento al Divino Salvador del Mundo se erigieron las líneas del himno nacional de El Salvador, que fue entonado con entusiasmo para celebrar el ducentésimo segundo aniversario de independencia patria. El acto inaugural fue acompañado por la detonación de las armas de las diferentes unidades tácticas de la Fuerza Armada y de la Escuela Militar.
Como novedad, los salvadoreños que se han reunido para celebrar la fiesta independentista fueron testigos del debut de la «Banda El Salvador», conformada por 300 jóvenes y niños de diferentes municipios de El Salvador, y que, con trajes alusivos a la celebración, entonaron melodías durante su primera participación en un desfile de independencia.
Las gradas y aceras que se ubican en los linderos de las calles donde se celebra el desfile lucen abarrotados de salvadoreños vestidos de azul y blanco, y hondeando banderas de El Salvador, que contribuyeron a decorar las vías con los colores del país.
El ministro de Defensa, René Francis Merino Monroy, llevó a cabo una revisión a las diferentes unidades militares que participan en el desfile independentista, que contó con la marcha de los Cadetes de la Escuela Militar «Capitán General Gerardo Barrios», que partió desde la Plaza Divino Salvador del Mundo con destino hacia el parque Cuscatlán. El festejo también cuenta con la participación de la Marina Nacional.
El desfile realizado en este Día de la Independencia también albergó la presencia de las señoritas y señoras de la Marina Nacional, que portaron su uniforme y armamento.
El color lo pusieron también las estudiantes de centros educativos que vistieron trajes típicos de la cultura salvadoreña y coronas de flores de diferentes colores. Los peludos de los binomios caninos también le pusieron alegría al desfile, que fueron acompañados por miembros del Batallón de Paracaidistas.