La entrada en vigor del régimen de excepción solicitada por el Presidente de la República, Nayib Bukele, para frenar la escalada de violencia que grupos de pandillas iniciaron el viernes 25 de marzo, ha dejado en las últimas 72 horas más 1,000 mareros capturados en operativos de la Policía Nacional Civil (PNC) junto a la Fuerza Armada y la Fiscalía General de la República (FGR).
La madrugada del domingo 27 de marzo, los diputados de la nueva Asamblea Legislativa atendieron la solicitud del presidente Bukele, y con 67 votos a favor aprobador dicho régimen que dio al Gobierno facultades extraordinarias constitucionales para frenar la ola de crímenes.
Es así como desde la madrugada de ese domingo las autoridades intensificaron la operatividad policial y militar para desarticular clicas de pandillas que delinquen en San Salvador, Sonsonate, Ahuachapán, La Libertad, Santa Ana, San Miguel, Usulután, La Unión, Chalatenango, y otros sectores.
En Santa Tecla fue desarticulada una estructura de la MS que cometía homicidios, robos, extorsión, violación, privaciones de libertad, limitación ilegal a la libre circulación en los cantones: Los Amates, Los Castillos, Las Granadillas, El Limón y El Matazano.
El despliegue policial estuvo encabezado por el ministro de Justicia y Seguridad Pública, Gustavo Villatoro, el ministro de Defensa Nacional, René Francis Merino Monroy, y el director general de la Policía, Mauricio Arriaza Chicas, quienes confirmaron las capturadas e importantes golpes a la MS y 18.
Previamente, los funcionarios estuvieron reunidos con el presidente Bukele para discutir las acciones a implementar, entre ellas, se decidió instalar controles vehiculares, incremento de patrullajes, allanamientos en casas de pandilleros donde han logrado decomisar dinero en efectivo, droga, armas de fuego, munición, celulares, chalecos e indumentaria de apariencia policial.
«No vamos a descansar como gabinete [de Seguridad] para llevar tranquilidad a la población salvadoreña; estamos firmemente comprometidos en seguir golpeando estas estructuras criminales, con el Estado no se juega», declaró el ministro Villatoro.
El funcionario detalló que más de 24,000 policías formaron parte de la operatividad nacional que tuvo como principal finalidad salvaguardar la vida de los salvadoreños y poner tras las rejas a criminales y colaborares señalados de agrupaciones ilícitas, receptación, extorsión, tráfico de drogas, usurpación de viviendas y otros delitos.
El presidente Bukele también ordenó el director de Centros Penales, Osiris Luna, decretar emergencia máxima en los penales de máxima seguridad de Zacatecoluca, departamento de La Paz, e Izalco, en Sonsonate, como respuesta al accionar de las pandillas.
«Decrete nuevamente emergencia máxima en todos los penales de seguridad y máxima seguridad, todas las celdas cerradas 24/7, nadie sale ni al patio», ordenó el mandatario.
El presidente Bukele también expresó: «tenemos 16,000 ´homeboys´ en nuestro poder. Aparte de los 1,000 arrestados en estos días. Les decomisamos todo, hasta las colchonetas para dormir, les racionamos la comida y ahora ya no verán el sol».
Finalmente, el mandatario envió un mensaje a los criminales «Paren de matar ya o ellos la van a pagar también».