Los gobiernos de ARENA y del FMLN implementaron estrategias de seguridad para el combate de las maras y pandillas que fracasaron y, al contrario, desencadenaron el fortalecimiento de las estructuras delincuenciales en detrimento de la población salvadoreña honrada y los derechos humanos.
Francisco Flores, presidente de 1999 a 2004 con la bandera de ARENA, implementó el plan Mano Dura y su sucesor, Elías Antonio Saca, retomó esa estrategia, la modificó y lanzó para el quinquenio 2004-2009 el plan Super Mano Dura.
ARENA fue derrotada en las elecciones de 2009 y Saca fue el último gobernante con la bandera tricolor. En 2016, Rodrigo Ávila, director de la Policía Nacional Civil (PNC) en el Gobierno de Saca, reconoció que los planes manoduristas fueron una estrategia mediática del partido.
En diciembre de 2020, Ávila —actual diputado de la Asamblea Legislativa de ARENA— se refirió de nuevo a los planes manoduristas y reiteró que fueron mediáticos. De igual manera, reconoció que los grupos delincuenciales se habían fortalecido en esa fecha porque los pandilleros incluso tenían el valor de enfrentarse a disparos contra los agentes policiales.
Las maras y las pandillas continuaron como fenómeno social y el primer Gobierno del FMLN —conducido por Mauricio Funes, ahora prófugo de la justicia— comenzó un supuesto proceso de pacificación, que fue avalado por la Organización de los Estados Americanos (OEA), dirigida en ese entonces por José Miguel Insulza.
Se crearon los denominados municipios santuarios. La Fiscalía General de la República (FGR) investigó posteriormente que esas zonas eran controladas por las pandillas y los agentes policiales no ingresaban a patrullar. Las pesquisas también señalaron que el entonces ministro de la Defensa Nacional, David Munguía Payés, había detenido operativos policiales y evitado la captura de criminales.
El 23 de julio de 2020, por la noche, la FGR capturó a Payés por agrupaciones ilícitas, actos arbitrarios e incumplimiento de deberes por la tregua entre pandillas; el exfuncionario sigue preso por ese caso. Rigoberto Pleités, director de la PNC en el Gobierno de Funes, reconoció públicamente que la tregua fortaleció a las pandillas.
Los entonces diputados del FMLN Arístides Valencia y Benito Lara también negociaron con las maras, para que las elecciones presidenciales de 2014 las ganara Salvador Sánchez Cerén. Según las investigaciones de la FGR, ofrecieron $10 millones para que respaldaran a Sánchez Cerén, quien finalmente ganó en segunda vuelta contra Norman Quijano, de ARENA, quien, según las pesquisas, también negoció con los grupos delincuenciales.
El FMLN estuvo 10 años en el Ejecutivo y fue derrotado en las elecciones de 2019 por Nayib Bukele, quien asumió la presidencia el 1.º de junio de ese año. Desde el inicio de su gestión, implementó el Plan Control Territorial (PCT) y, desde el 27 de marzo pasado, el régimen de excepción. Ambos instrumentos son utilizados para el combate de las maras y las pandillas, aunque no han sido respaldados por ARENA, FMLN, VAMOS y Nuestro Tiempo, partidos opositores al Gobierno.
Según las estadísticas de la PNC, desde que comenzó la gestión presidencial de Bukele se reportan 227 días sin homicidios, de los cuales 133 corresponden a este año y 126 desde que se implementó el régimen de excepción. «Hasta hace unos años, nuestro país era literalmente e país más peligroso del mundo. Mírennos ahora, el país más seguro en América Latina. Gracias a Dios», escribió ayer el presidente de la república en Twitter.