Después de varios días de venir registrando nuevos récords de casos de la COVID-19, Guatemala llegó el miércoles finalmente a los 3,069 positivos en 24 horas. La tasa de positividad fue de 32.59 %. En la misma jornada, se comunicó de un acumulado de 36 fallecidos. La letalidad alcanzó el 3 %.
El Gobierno de Alejandro Giammattei decidió el pasado viernes recomendar medidas preventivas a los diferentes municipios.
El que ha tomado las disposiciones más estrictas es San Martín Jilotepeque, en Chimaltenango, al centro del país. En este municipio desde ayer y hasta el domingo están suspendidas todas las actividades y se ha dictado un confinamiento domiciliario.
La movilidad está suspendida en su totalidad y las personas ajenas a la localidad no pueden ingresar. Además, la comuna informó que todas las actividades comerciales y financieras, como mercados, bancos e instituciones financieras están suspendidas. Solo está permitido salir para abastecerse de medicamentos, medicinas y productos de primera necesidad.
Otros municipios han implementado regulaciones como poner túneles de desinfección para ingresar a mercados y se mantiene el uso obligatorio de mascarilla, lavado de manos y distanciamiento social.
En las zonas con alerta roja los aforos del 25 % deben respetarse.
RUSIA PROMETE ENTREGAR CRONOGRAMA DE VACUNAS
El presidente Giammattei aseguró que hay una «posibilidad» de que Rusia entregue, finalmente, este viernes el tan esperado cronograma para la llegada del resto de las 8 millones de vacunas de las cuales el Estado ya pagó la mitad.
Hasta el momento se cuenta con 350,000 dosis solo del primer componente, ya que la Sputnik V consta de dos diferentes entre cada dosis.
El mandatario acudió este jueves a recibir 1.5 millones de dosis de la farmacéutica Moderna que arribaron al país como donación de parte de Estados Unidos a través del mecanismo Covax. La nación solo disponía de dosis de AstraZeneca y Sputnik V para su plan de vacunación.
Pero las vacunas del Fondo Ruso de Inversión Directa (RDIF) han sacudido la gestión de Giammattei y de su ministra de Salud, Amelia Flores, contra quien han crecido los pedidos de destitución dentro del Congreso.
Los legisladores también amenazan con interpelarla por su manejo de la pandemia y por el trato con Rusia, que dejó a Guatemala con desventaja de negociación. Flores debía acudir al Congreso a dar cuentas este martes pero no asistió, por lo que la Comisión de Salud fue declarada en sesión permanente.
El contrato con el Fondo Ruso no fue revelado.