Hace exactamente un año, el presidente de la república, Nayib Bukele, anunció la detección del primer caso de la COVID-19 en el país, el cual se registró en el municipio de Metapán, en Santa Ana, donde un hombre que presuntamente viajó de Italia ingresó por un punto fronterizo no autorizado.
Inmediatamente, el gobierno salvadoreño implementó un cordón sanitario en la localidad para controlar cualquier propagación masiva que pudiese generarse a partir de esta persona que estaba contagiada.
No obstante, para ese momento, el Ejecutivo ya había organizado una serie de acciones y preparado un gabinete de salud ampliado para manejar la situación una vez esta se presentase.
Un año después de este hecho, El Salvador continúa siendo reconocido por las estrategias implementadas para el manejo de la pandemia, a tal punto, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha destacado las acciones que el gobierno salvadoreño ha dispuesto en cuanto a la respuesta a la emergencia sanitaria.
«Para nosotros es una alegría que a un año de detectar el primer caso de COVID-19, nosotros hemos podido tener uno de los mejores manejos a nivel mundial reconocido por la Organización Mundial de la Salud, por la Organización Panamericana de la Salud y eso se debe al cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, el compromiso de la población salvadoreña, y el compromiso de un gobierno que ha tenido claro cuál es el objetivo principal que es salvaguardar la vida de la población salvadoreña», manifestó el ministro de Salud, Francisco Alabí, a «Diario El Salvador».
Hasta ayer, las cifras oficiales de la COVID-19 registraban un total 62,531 contagios, sin embargo, en comparación con el resto de los países de la región, El Salvador ha mantenido el número más bajo de personas contagiadas, al igual que la cifra de muertes, misma que ayer reportó 1,962.
A 11 meses de que se cumpliera un año de la detección del primer caso de la enfermedad, el país recibió el primer lote de vacunas correspondiente a 20,000 dosis que el gobierno salvadoreño gestionó directamente con la farmacéutica AstraZeneca, con las que inició el plan de inmunización a escala nacional, priorizando la aplicación del fármaco al personal de primera línea de salud que estuvo en contacto con pacientes sospechosos y confirmados con la enfermedad.
El pasado 11 de marzo, El Salvador se convirtió en el primer país de Centroamérica al que el mecanismo COVAX le otorgó el primer lote de 33,600 vacunas contra la COVID-19 de manera gratuita para continuar con la vacunación del personal de segunda línea de salud que no está en contacto directo con áreas COVID-19.
«Es un reconocimiento a la gran preparación que el país ha tenido. Han cumplido con los requerimientos técnicos de la OMS. Todos los socios que somos parte de COVAX estamos satisfechos por este paso, que es uno de tantos. Hemos visto satisfactoriamente toda la preparación para el despliegue del plan de vacunación, hemos visto los grandes avances y progresos del país», expresó el representante de la OMS en el país, Franklin Hernández, durante el inicio de la distribución del fármaco el pasado 12 de marzo.
Hasta la fecha, más de 25,000 vacunas han sido aplicadas a igual cifra de personas.