La escalada inflacionaria fue uno de los fenómenos económicos con mayor incidencia a lo largo de 2022, y la economía más poderosa del mundo no estuvo fuera de su afectación que se situó en su punto máximo en junio cuando alcanzó una tasa del 9.1 %, la mayor en 40 años.
La Oficina de Estadísticas Laborales reportó que, con el resultado de junio, la variación anual de los alimentos fue de 10.4 % y de las comidas dentro del hogar de 12.2 %. La categoría de energía registró un aumento de 41.6 %; la gasolina un 59.9 % y el servicio de gas natural un 38.4 %.
En aquel momento, el presidente estadounidense, Joe Biden, declaró que la tasa inflacionaria era «inaceptablemente alta», pero descargó que los datos oficiales estaban desactualizados.
«Si bien el registro de la inflación general de hoy es inaceptablemente alto, también está desactualizado. Las cifras de hoy no reflejan el impacto total de casi 30 días de caídas de los precios de la gasolina», subrayó el gobernante.
Al otro lado del océano Pacífico, Europa también se vio afectada por este fenómeno en 2022. Según la agencia de noticias AP, la inflación alcanzó un nuevo récord en los 19 países que utilizan el euro, impulsada por unos precios descontrolados del gas natural y la electricidad debido a la guerra en Ucrania.
Mientras tanto, Reino Unido, reportó una tasa del 11.1 % a octubre, su registro más alto desde 1981. A lo largo del año, los británicos han visto reflejada estas cifras en los altos precios que debieron pagar en el precio de la energía eléctrica y el gas, entre otros productos.
Esta escalada también provocó que el crecimiento económico en las economías desarrolladas se desacelerara, y se elevara las preocupaciones de los economistas de enfrentar una eventual recesión, «en gran parte como resultado de esos precios más altos que merman la capacidad de gasto de los europeos», publicó el medio.