La semana anterior, en el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, se registraron varios eventos que llamaron mi atención. En primer lugar, la marcha del domingo 7 de marzo de organizaciones de mujeres que finalizó manchando y dañando propiedad pública y privada en el Centro Histórico, carteles y rótulos ofensivos hacia las autoridades del país, tratando de provocar y hacer caer a miembros de la PNC que se comportaron con alto profesionalismo y tolerancia bajo la mentalidad de que es una lucha feminista por reivindicar sus derechos. El segundo evento fue sobre un miembro de un partido político que le falta el respeto y demuestra acciones que son acoso sexual en el conteo de votos del Tribunal Supremo Electoral contra una periodista; y los hechos del personaje que publica videos por medio de redes sociales en los cuales fueron víctimas una diputada actual y una exaspirante a diputada, lo que finalizó con la captura del involucrado, acusado de tres delitos en sede judicial y que pasó a instrucción con detención provisional por las pruebas presentadas recabadas por las y los investigadores de la PNC. Sobre este último caso se pronunciaron varias mujeres de la vida política, dirigentes y miembros del partido político al que pertenecen las víctimas, manifestando que no querían que la PNC investigara su caso, criticando que la Policía no había actuado y otros aspectos negativos.
La PNC tiene atribución constitucional, legal y procedimental, de acuerdo con su Ley Orgánica, para investigar todo delito; el no hacerlo sería una omisión de sus deberes. Tan es así que esa misma noche del 8 de marzo la PNC, utilizando todas sus técnicas de experticia policial, operativas de actuación y la alta capacidad del talento humano de investigaciones especializadas, logró la captura del ahora imputado en un hotel de la capital donde se había refugiado para, según él, estar escondido de las autoridades.
¿Cómo atiende y logra dicha efectividad la PNC en casos de violencia contra la mujer? Sin duda, muchos dirigentes políticos, analistas, comunicadores, periodistas y generadores de opinión desconocen que la PNC dispone de los denominados Equipos Especializados de Investigación Criminal de Violencia Contra las Mujeres (EVIM), uno en cada delegación a escala nacional, y un equipo central, con personal altamente calificado, profesional, especializado y sensibilizado en estos casos, donde atienden los delitos de la Ley Especial Integral para una Vida Libre de Violencia para las Mujeres (LEIV), Lepina, delitos del Código Penal y otras leyes relacionadas; además, cada delegación tiene las Oficinas de Atención Ciudadana, que cuentan con oficinas de Familia para coordinar las acciones con seguridad pública y trabajar en equipo.
Estos equipos de gran talento y compromiso dentro de la PNC lograron en 2020 al menos 430 capturas por diferentes delitos relativos a la LEIV, de las cuales 394 fueron en período de flagrancia; en cuanto a delitos sexuales, la PNC efectuó 1,388 capturas, con 533 capturas en flagrancia, siendo el delito de violación en menor o incapaz (270) el primer lugar, seguido de acoso sexual (166) y agresión sexual en menor e incapaz (148) entre los principales, lo que demuestra su efectividad, la cual será potenciada este año por la dirección general y subdirección de investigaciones, fortaleciendo los equipos con más personal, capacitaciones, adiestramiento, recursos materiales y tecnológicos. Sin ninguna duda, existe un compromiso de la PNC por prevenir, detectar, atender, proteger, sancionar, erradicar y reparar el derecho de las niñas, adolescentes y mujeres en El Salvador a una vida libre de toda expresión de violencia.