Un centenar de músicos hicieron sonar este domingo sus trompas de los Alpes en lo alto de las montaña suizas durante un festival internacional, que cada año celebra este instrumento singular.
Los músicos formaron un amplio semicírculo en la localidad de Tracouet, en las aluras de la estación de esquí Haute Nendaz, en el sur de Suiza, para la edición número 22 de este festival que celebra el instrumento en el paisaje donde surgió.
Varios cientos de espectadores hicieron el viaje en teleférico o subieron a la ladera de la montaña para sentarse entre las flores silvestres a 2.200 metros sobre el nivel del mar y experimentar el sonido de los mejores músicos del país.

Este largo instrumento de madera, de unos 3,40 metros de largo con una boquilla en forma de copa, se documentó por primera vez en el siglo XVI y se cree que se usaba para comunicarse en las montañas.
«El sonido es redondo, suave, aterciopelado cuando hay muchas trompas. La música nos envuelve», dijo Francoise Dillon, de 66 años, de la localidad de Bulle, justo al lado del pueblo quesero de Gruyeres, en el oeste de Suiza.
Durante el concurso, los músicos, identificados por un número, fueron juzgados por un jurado de cuatro personas que no les podían ver.
Además de los músicos suizos, también participaron nueve franceses, dos alemanes, seis estadounidenses y un canadiense.

El participante más joven tenía 11 años, mientras que un tercio de los músicos eran mujeres.
El ganador fue una vez más Adolf Zobrist, de 58 años, de Brienz, en el centro de Suiza, que ya ganó en 2016, 2019 y 2021.
«Es mi hobby y mi pasión. He estado tocando desde que tenía 12 años. Mi padre me lo transmitió», dijo a AFP.