El líder norcoreano Kim Jong-un urgido a su partido a «acelerar» los preparativos para la guerra, incluyendo el programa nuclear, informó ayer la prensa estatal. Sus comentarios se dieron una semana después de que Kim advirtió que su país no dudará en lanzar un ataque nuclear en caso de ser «provocado» con armas atómicas. Kim abordó el tema en la reunión del gobernante Partido de los Trabajadores de Corea, donde se espera que anuncie decisiones políticas para 2024.
Pidió a su partido acelerar más los preparativos de guerra en diferentes sectores, como el de armas nucleares y defensa civil, informó la agencia noticiosa oficial KCNA. Aseguró que la situación militar en la península coreana se volvió extrema debido a las confrontaciones sin precedentes de Washington.
Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han intensificado la cooperación militar ante la ola de pruebas armamentísticas del Norte este año, y activaron un sistema para compartir información en tiempo real sobre los lanzamientos de misiles norcoreanos.
Semanas atrás, un submarino estadounidense de propulsión nuclear llegó al puerto surcoreano de Busán, y Washington envió bombarderos de largo alcance para ejecutar maniobras con Seúl y Tokio. Para Pyongyang, el envío de armas
estratégicas, como los bombarderos B-52, a las maniobras conjuntas en la península coreana son «acciones intencionalmente provocadoras de Estados Unidos para una guerra nuclear».
El Norte lanzó este año un satélite de reconocimiento, consagró en su constitución su condición de potencia nuclear y probó el misil balístico intercontinental (ICBM) más potente de su arsenal. Kim esta semana definió 2023 como un año de gran cambio. El Organismo Internacional de Energía Atómica dijo que un segundo reactor en la planta nuclear norcoreana de Yongbyon pareció estar en operación. El próximo año, Corea del Norte podría enviar armas nucleares tácticas a zonas cercanas a la frontera con el Sur e impulsar su programa nuclear, anticipó a la AFP Ahn Chan-il, un desertor convertido en investigador que dirige el Instituto Mundial para Estudios Norcoreanos.
Pyongyang haría tales acciones para aplicar «fuerte presión» sobre Corea del Sur y Estados Unidos, al tiempo que mantiene relaciones cercanas con sus aliados tradicionales, Rusia y China, agregó.