El subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS, siglas en inglés), Blas Nuñez-Neto, confirmó que el fallo del juez federal en California, Jon S. Tigar, que bloqueó las medidas normas de asilo del Gobierno el martes, no implica que la frontera esté abierta y que ya se presentó una apelación con la esperanza de que una corte superior dé un revés.
«Nada ha cambiado en la frontera esta semana. Esa orden [del juez] fue inmediatamente suspendida teniendo un proceso de apelación, lo que significa que nuestro plan de control fronterizo sigue estando en efecto en la frontera», aseguró Nuñez-Neto y recalcó nuevamente las consecuencias para los migrantes que intentan llegar a Estados Unidos de manera irregular, durante una conferencia en línea ayer.
«No estamos de acuerdo con esta decisión, el Departamento de Justicia ya apeló la decisión y presentó una moción para extender esa suspensión de la orden», reiteró el funcionario estadounidense. Además, aseguró que las acciones han reducido los cruces fronterizos que no están bajo la ley.
Para responder al levantamiento del Título 42 desde el 11 de mayo, Estados Unidos prohibió la llegada de migrantes sin haber realizado una cita previa en línea o tramitarlo desde el país de tránsito. Sin embargo, decenas de afectados han denunciado las irregularidades y mal funcionamiento de la aplicación «CBP One», para el proceso virtual. Así como las fallas técnicas de los centros de procesamiento habilitados en Costa Rica, Guatemala y Colombia, para conceder refugio.
La subsecretaria de Estado Adjunta Principal de la Oficina de Población, Refugiados y Migración, Marta Youth admitió inconsistencia en Costa Rica.
Nuñez-Neto informó que desde el se anuló el Título 42, Estados Unidos repatrió a 85.000 personas a 115 países, incluyendo a 4.000 ciudadanos de Cuba Haití, Nicaragua y Venezuela que fueron repatriados a México.