Tal y como se presagiaba, Metapán y Águila demostraron que futbolísticamente, hoy por hoy, no hay diferencias entre el primero y el octavo clasificado. Esta noche, en el Calero Suárez firmaron un empate de 0-0 en el juego de ida de cuartos de final que deja la serie abierta para definir en la vuelta.
Para los emplumados la cancha del Jorge Suárez siempre ha sido un terreno hostil, en el que le cuesta ganar, y anoche los jaguares le empezaron a poner más difícil la tarea de llevarse un buen resultado para el juego de vuelta.
Con un medio campo poblado de jugadores de buen pie, los cementeros empezaron a hacer su fútbol, tratando de explotar la velocidad de Dani Cetre por la izquierda, pero pronto ese ímpetu se fue apagando. Pasados los 20 minutos, la visita ya estaba más asentada en la cancha y trataba de devorar terreno con Lucas Ventura por el corredor, pero Bayron López fue siempre su sombra.
La etapa inicial se diluyó en un duelo de mucho roce, cortado y sin acciones reales de peligro que inquietarán a Óscar Pleitez, guardameta local, y a Víctor García, de los emplumados.
En el complemento Metapán salió decidido a comerse al ave majestuosa. López, de tiro libre, un cabezazo de Jónathan Esquivel, un remate de Gregori Díaz y otro de Cetre le dieron trabajo a García en la cabaña migueleña.
Ese buen momento no lo supo aprovechar el equipo y el partido bajó revoluciones drásticamente, desmejorando el espectáculo que a ratos encendía las luces.
Los movimientos en las pizarras de los técnicos abonaron poco, pero quien sacaba el negocio era Águila, pero rescató un empate y la serie la cierra el domingo en casa.