México anunció el viernes por la noche «el inmediato rompimiento» de las relaciones diplomáticas con Ecuador, luego de que policías de ese país irrumpieron en la embajada mexicana en Quito para detener al exvicepresidente Jorge Glas, quien había recibido asilo político.
En un mensaje en la red social X, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, calificó el hecho de «violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México». «Se trata de una violación flagrante al derecho internacional y a la soberanía de México, por lo cual le he instruido a nuestra canciller que emita un comunicado sobre este hecho autoritario, proceda de manera legal y de inmediato declare la suspensión de relaciones diplomáticas con el Gobierno de Ecuador», afirmó el mandatario.
El gobernante mexicano agregó que, como Gobierno, respetan «al pueblo de ese país» y pidió a sus connacionales «comportarse con mucha prudencia para evadir el acoso y no caer en ninguna provocación».
Tras el mandato de López Obrador, la canciller mexicana, Alicia Bárcena, comunicó la ruptura de las relaciones con el Gobierno de Quito y advirtió que recurrirá a la Corte Internacional de Justicia para denunciar a Ecuador.
«Ante la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas y las lesiones sufridas por el personal diplomático mexicano en Ecuador, México anuncia el inmediato rompimiento de relaciones diplomáticas con Ecuador», señaló la diplomática.
La funcionaria añadió que el personal diplomático mexicano saldrá del país sudamericano y pidió a Quito que «ofrezca las garantías necesarias» para su desplazamiento. Sin embargo, no ha detallado si ya está en tránsito hacia México o si hay alguna fecha prevista, así como tampoco si será en vuelo directo o con escalas a través de países que han manifestado su solidaridad con México.
La irrupción de uniformados en la sede diplomática, algo inédito en Latinoamérica, según diplomáticos mexicanos, motivó reacciones de los candidatos a las elecciones presidenciales del 2 de junio.
Las tensiones entre Ecuador y México, que mantenían relaciones desde 1830, han escalado luego de que el 17 de diciembre pasado Glas pidió refugio en la sede mexicana.
Ecuador calificó la decisión como «ilícita» y rodeó la embajada con policías en señal de «protesta». En la noche del sábado lanzó el operativo que resultó en la captura del exvicepresidente y la ruptura diplomática entre ambas naciones.
También la crisis se agudizó tras comentarios del presidente mexicano, el pasado miércoles, sobre la violencia política en ambos países.
GLAS, A PRISIÓN
Glas, vicepresidente del socialista Rafael Correa entre 2013 y 2017, tiene una orden de prisión preventiva por un presunto delito de peculado en obras públicas contratadas luego del devastador terremoto en la costa ecuatoriana en 2016.
A primera hora del sábado, Glas salió en un vehículo blindado y bajo un fuerte dispositivo de seguridad hacia el aeropuerto de Quito, donde fue embarcado en una aeronave rumbo a Guayaquil, donde se encuentra la cárcel de máxima seguridad La Roca.
La cárcel de destino de Glas fue confirmada en un comunicado por el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI), la agencia penitenciaria del Estado, que dará cumplimiento a la orden de prisión preventiva que pesaba sobre el exvicepresidente.
También debe terminar de cumplir una condena de ocho años de cárcel luego de que la justicia ecuatoriana no le concedió el beneficio de la prelibertad tras haber aglutinado en una sola las condenas por cohecho y asociación ilícita que tiene en firme, de ocho y seis años de cárcel, respectivamente.
México calificó el operativo como una «brutal irrupción» y denunció «violencia física» contra el jefe de misión Roberto Canseco, quien fue sometido en el suelo por un uniformado, según imágenes de la televisión ecuatoriana. El diplomático se encuentra «bien», al igual que el resto de la delegación, indicó la canciller Bárcena.
El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, defendió la medida alegando un «abuso de las inmunidades y de los privilegios» concedidos a la misión.