Este próximo 8 de marzo de 2024 conmemoramos el Día Internacional de la Mujer y, con ello, toda una historia de lucha entre diferentes culturas, economías y políticas para empoderar a la mujer y fomentar la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
En este marzo de manera especial es importante hacer un alto y reflexionar sobre el futuro de las mujeres y sus diferentes roles en la sociedad. Además, pensemos en nuestras niñas y cómo ellas desempeñarán su liderazgo en algunos años.
Pero ¿cómo podemos garantizar que los derechos de las mujeres y niñas sean sostenibles? Antes que nada, es importante sensibilizar a cada mujer y concientizarla sobre sus deberes y derechos, pero sobre todo de su valor como persona y que esta dinámica se convierta en una estrategia generacional para que la abuela, la madre y la hija se posicionen en un lugar privilegiado y demuestren su potencial.
Por otra parte, nos encontramos ante un fenómeno de desigualdad de oportunidades laborales para la mujer, ya que, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), cuando una persona trabaja o busca activamente trabajo se dice que forma parte de la fuerza de trabajo de un país. El índice actual de participación de las mujeres en la población activa en el mundo se aproxima al 49 %. En cambio, el de los hombres es de 75 %. Por lo tanto, existe una diferencia de casi 26 puntos porcentuales y, en algunas regiones, la disparidad supera los 50 puntos porcentuales. ¿Qué podemos hacer? ¿Cómo marcar la diferencia? Es necesario hacer un llamado a las empresas privadas, a las instituciones públicas y ONG para realizar un plan de acción en donde se tome en cuenta a la mujer en sus perfiles de contratación y promover el emprendimiento femenino, además del apoyo a empresas lideradas por mujeres.
La mujer del siglo XXI ejerce un liderazgo destacado por los resultados, la responsabilidad y el dinamismo de su trabajo; es importante ser inclusivos y desaprender lo que nos enseñaron mal para dar paso al protagonismo de la mujer como lideresa de su hogar, empresa, negocio o emprendimiento.
Es necesario que las nuevas generaciones abran nuevos espacios de crecimiento social y económico para su desarrollo humano; por eso la mujer es tan importante como símbolo de cambios que dejan huella en el corazón de nuestro amado El Salvador.
Mujer, que tu inteligencia brille siempre como tu belleza; ánimo, no estás sola, cuentas con Dios, con tu familia, con tu esposo e hijos, con tus amigos, con tus colaboradores, que son los motores que te impulsarán siempre a dar lo mejor de ti.
Mujer, no permitas que nadie te diga que no puedes, no permitas que nadie opaque tu espíritu, no permitas ser humillada o marginada, no admitas violencia de ningún tipo en tu vida; si te has equivocado, nadie tiene el derecho a etiquetarte, puedes comenzar de nuevo, son más los logros que las caídas, hay más victorias que fracasos. Cuida tus emociones, reconoce que eres grande y que el mundo te necesita.
Mujer, busca la paz de tu espíritu, prepárate, abre nuevos caminos y analiza tu entorno, sé constante en tu esfuerzo, sé valiente y ten la certeza de que lograrás todas tus metas y objetivos. Cuentas con un Dios más grande que tus problemas y con un talento único para hacer la diferencia.