«Las ocho estudiantes (…) se escaparon del escondite de los terroristas» ubicado en un «denso bosque» y caminaron durante varios días, dijo Samuel Aruwan, comisionado a la Seguridad Interior del estado de Kaduna, una región en la que los secuestros son frecuentes.
Las jóvenes fueron sometidas a exámenes médicos antes de reunirse con sus familias.
Soldados peinan el bosque en busca de los secuestradores, añadió Aruwan.
La inseguridad será uno de los principales retos para el presidente electo de Nigeria, Bola Tinubu, candidato del partido gobernante APC, que ganó las presidenciales en febrero, empañadas por problemas técnicos y denuncias de la oposición de fraude electoral.
Kaduna es uno de los varios estados del noroeste y centro de Nigeria aterrorizados por bandas que asaltan pueblos, matan y secuestran a sus habitantes, saquean e incendian viviendas.
Cientos de estudiantes han sido secuestrados en estas regiones en los dos últimos años.
Casi todos fueron liberados después de que sus familias pagaran un rescate.