La relatora especial sobre la protección de los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo de Naciones Unidas, Fionnuala Ní Aoláin, solicitó a Estados Unidos cerrar la prisión en la bahía de Guantánamo, Cuba, luego de evidenciar en su primera visita que los reclusos son sometidos a «trato cruel, inhumano y degradante», en contra del derecho internacional.
La representante de la Organización de Naciones Unidas (ONU) expresó su preocupación por la detención de los últimos 30 privados de libertad y «la arbitrariedad sistemática que caracteriza su día a día, que conlleva inseguridad, sufrimiento y ansiedad a todos, sin excepción». «Observé que, tras dos décadas de custodia, el sufrimiento de los detenidos es profundo y continuo», aseguró.
Para muchos de ellos «la línea divisoria entre el pasado y el presente es sumamente delgada y las experiencias pasadas de tortura viven en el presente, en parte porque no han recibido una rehabilitación independiente, holística o adecuada», insistió.
Entre otras transgresiones de las garantías fundamentales, señaló las deficiencias en la atención de «salud, acceso inadecuado a la familia y detención arbitraria caracterizada por constantes violaciones a los juicios justos».
«El conjunto de estas prácticas y omisiones tiene efectos acumulativos y agravantes sobre la dignidad y los derechos fundamentales de los detenidos, y equivalen a un trato cruel, inhumano y degradante», apuntó. «Sigue siendo prioritario que se cierre esa instalación», exigió. «El Gobierno de Estados Unidos debe proporcionar de forma urgente una resolución judicial, disculpas y garantías de no repetición», añadió la relatora.
Los expertos independientes de derechos humanos de la ONU han tratado de conseguir los permisos para acceder a esta cárcel militar, situada en el sudeste de Cuba, desde que se abrió en 2002 para albergar a los detenidos de la «guerra contra el terrorismo» que libró Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.
La cárcel, que llegó a albergar a 800 «prisioneros de guerra», estuvo en el foco de mira de la comunidad internacional por muchos años debido a las supuestas violaciones de los derechos humanos, detenciones ilegales y torturas que se habrían llevado a cabo en las instalaciones.