Osasuna se clasificó para la final de la Copa del Rey este martes al empatar 1-1 en la prórroga en el campo del Athletic de Bilbao en la vuelta de semifinales.
El equipo rojillo hizo buena su victoria 1-0 en la ida en El Sadar para lograr el pase a la segunda final copera de su historia, tras un partido en el que Iñaki Williams adelantó al Athletic (33), pero Pablo Ibáñez empató casi sobre la bocina (116).
Osasuna se enfrentará en la final del próximo 6 de mayo en Sevilla al ganador del clásico que disputarán el miércoles en el Camp Nou el Barcelona y el Real Madrid (victoria azulgrana 1-0 en la ida).
El Athletic empezó mordiendo en un partido que tuvo que retrasar diez minutos su inicio, después que el autobús del Osasuna tardará media hora más de los previsto en llegar al estadio de San Mamés.
La gran aglomeración de público llevó a que se tuviera que modificar la ruta de llegada al estadio utilizando un camino más largo, según fuentes de la Federación Española de Fútbol.
Los hombres de Ernesto Valverde, conscientes de que tenían que remontar, llevaron el peso del partido, encerrando al Osasuna en los primeros minutos del encuentro.
Dominio rojiblanco
Aviso pronto el Athletic con una entrada de Gorka Guruzeta, que perdió el mano a mano con el portero Sergio Herrera (8).
Los rojiblancos hacían daño entrando por las bandas, especialmente por la izquierda por donde aparecía Nico Williams.
A la media hora, Sergio Herrera, auténtico héroe de su equipo, envió a córner un remate de cabeza en plancha de Óscar de Marcos (32).
Pero, en el saque de esquina, Mikel Vesga prolongó de cabeza al segundo palo, donde apareció Iñaki Williams para empujar el balón al fondo de la red osasunista (33).
El Athletic, con la eliminatoria empatada, levantó el pie del acelerador, mostrándose más prudente en sus subidas al área contraria.
Osasuna pudo tener algo más el balón y a punto estuvo de empatar en un disparo de Kike García en el área que sacó el meta Julen Agirrezabala (38).
Los visitantes acusaron la falta durante la mayor parte del encuentro de su goleador Ezequiel ‘Chimy’ Ávila, en un San Mamés, que batió un récord de asistencia con más de 51.000 espectadores.
La entrada del argentino, que volvía de lesión, en la prórroga daría más de dinamismo al equipo visitante.
El Athletic siguió presionanado arriba la salida del Osasuna tras el descanso, pero con menos intensidad, atento a no verse sorprendido en las salidas al contraataque del equipo visitante.
Los ‘Leones’ tuvieron sus mejores ocasiones en las acciones a balones parados y los centros al área desde las bandas por donde llegaban los hermanos Williams.
Pablo Ibáñez sorprende al Athletic
Iñaki, tras una gran carrera, puso en centro a su hermano, Nico que envió el balón a las nubes cuando llegaba solo (70).
El pequeño de los Williams volvió a enviar alto un rechace de Sergio Herrera a un gran disparo de Raúl García (86).
Osasuna penaba para sacudirse la presión del Athletic, que acosó la portería rival sin lograr encontrar el segundo gol y llevando el partido a la prórroga.
En los minutos de prolongación, el Athletic pagó el esfuerzo desplegado durante el encuentro, permitiendo a Osasuna llegar más hasta que cuando parecía que el partido se encaminaba a la tanda de penales, llegó el tanto.
Pablo Ibáñez recibió un centro para soltar una volea al fondo de la portería del Athletic, que suponía el empate y el billete a la final (116).
Osasuna jugará su segunda final copera de la historia, tras la que disputó en 2005 y perdió frente al Betis.