La estrategia de prevención de violencia escolar que desarrolla la Policía Nacional Civil (PNC), en coordinación con los maestros y la participación de los padres de familia, le está cambiando a vida a cientos de jóvenes en residentes en siete municipios del departamento de Cabañas.
«Diario El Salvador» conversó con varios protagonistas de este proceso, que ha evitado que jóvenes se involucren en pandillas, y relataron sus experiencias.
«Es importante que los padres de familia se involucren»
Dos de los hijos de Erlinda Echeverría, con edades de 15 y 17 años, forman parte de los equipos de fútbol de la Liga Atlética Policial (LAP), cuyo primer torneo en el departamento de Cabañas finalizó el pasado 15 de febrero en el estadio municipal de Ilobasco «Mauricio Vides».
La madre de los jóvenes se ubicó en los graderíos para aplaudir cada jugada que realizaban sus retoños. Era la que más se emocionaba, la que más apoyaba.
Durante la jornada de ese día, siete equipos de diferentes categorías en masculino y femenino procedentes de siete municipios de Cabañas se disputaban el campeonato. Aproximadamente 165 jóvenes que representaban centros educativos y comunidades hicieron rodar el balón.
«Para mi está bien porque ellos se van apartando de las cosas que no tienen que hacer en las calles, ellos participan en la cancha, en los entrenos y están bastante contentos y uno tiene que apoyar a los muchachos», expresó Echeverría.
Esta madre ve importante el trabajo policial en el tema de prevención, pero asegura que también los padres de familia deben de complementar ese esfuerzo.
«Es importante porque queremos ver a nuestros hijos con buen futuro y que sean buenos jóvenes, es importante que los padres de familia se involucren», fue la recomendación de esta mujer.
Al final del encuentro deportivo, uno de sus hijos recibió un reconocimiento por parte de la PNC por su destacada participación en el torneo, algo que llenó de orgullo a esta madre de familia.
«Recompensa ver jóvenes que no andan en pandillas»
La mayor recompensa que pueden tener los policías que desarrollan programas de prevención de violencia en escuelas es que el esfuerzo de su trabajo se vea reflejado en la formación de jóvenes profesionales y ciudadanos de bien, alejados de pandillas.
Francisco Salinas, jefe policial de la Sección de Prevención de Cabañas, tiene 12 años involucrado en actividades de prevención, asegura que la satisfacción más grande para la institución es procurar el bienestar de los jóvenes. «Como Sección de Prevención de Violencia venimos trabajando con las Ligas Atléticas Policiales [desde 2018] y dentro de ellas trabajamos dos disciplinas: una es el fútbol y la otra es la danza; Ilobasco es donde más niños, niñas y adolescentes lo integran», comentó el.
Agregó los alcances de estos programas han alcanzado a más de 1,200 jóvenes, no obstante, dijo que la proyección para este año es involucrar a más estudiantes, sobre todo, porque próximamente incorporarán la natación como tercera opción.
Entre el 2014 y 2015, la tasa de homicidios en el país fue de 100 por cada 100,000 habitantes, por ello hubo municipios catalogados violentos, uno de ellos fue Ilobasco donde el 73% de las víctimas eran ciudadanos con rango de edades entre 18 a 60 años.
Ahora, Ilobasco es uno de nueve municipios de Cabañas donde ha habido bajo registro de crímenes, se ha visto el resultado del trabajo de prevención de la violencia que tanto daño le hizo a sus pobladores. «Nos sentimos satisfechos porque la delincuencia y violencia ha disminuido», expresó Salinas.
«Se previene que no sean objeto de bullying»
La agente Catalina Peña es una de las encargadas de impartir charlas de prevención de violencia y acoso escolar en centros educativos del municipio de Ilobasco, Cabañas, donde sus principales oyentes son estudiantes que cursan 6o. Grado con edades que no sobrepasan los 12 años.
Al ingresar a una de las aulas del Centro Escolar Helen es recibida por los estudiantes con un fuerte «¡buenos días!» Acto seguido, ella inicia el desarrollo de la charla, cuyo tema será el acoso escolar, conocido también como bullying.
Durante 15 minutos las miradas de los escolares están puestas en la agente «Cata», como de cariño la llaman sus compañeros policías. Y mientras ella desarrolla la temática uno que otro niño observa con curiosidad su uniforme policial, botas y gorra. «Niños, hoy hablaremos del bullying», dice.
Los escolares fueron orientados para saber identificar a la víctima y al victimario, así como las circunstancias en las que se puede considerar que se está cometiendo este tipo de acoso tanto dentro del centro de estudios como fuera.
«Se trata de orientar al niño a qué es lo que no debe de hacer, los tratos inhumanos, no degradar a otro compañero y a decirles las formas en cómo se da el bullying, así como a quién recurrir en caso de ser víctimas», explicó la agente Peña a Diario El Salvador.
Agregó que el objetivo de este acercamiento con los niños es para brindarles todos los insumos «para que no caigan en eso. Se trabaja con ellos para prevenir, para que no sean objeto de bullying».