Dos asociaciones del petróleo y de gas natural en Estados Unidos respondieron al presidente Joe Biden, luego de que este les culpó por el alza de los precios de los combustibles y le reclamaron que sus aseveraciones son «falsas», además de decirle que su administración mejor debería tomar su parte de la culpa por sus decisiones.
El Instituto Estadounidense del Petróleo (API, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Fabricantes Estadounidenses de Combustibles y Petroquímicos (AFPM) se dijeron «sorprendidos» por la carta que Biden envió este miércoles a siete empresas petroleras para reclamarles por, según él, tomar demasiado margen de beneficio de sus ventas y afectar así a los estadounidenses.
Además, les dijo que deben colaborar con su Gobierno para solucionar el alto costo de los combustibles. Biden reparte la culpa de la crisis internacional entre estas empresas y el presidente ruso, Vladimir Putin.
«Estamos sorprendidos y decepcionados por la carta del presidente [Biden]. Nuestro equipo en AFPM ha estado trabajando en estrecha colaboración con la Administración, tan recientemente como esta semana, brindando información de la industria y recomendaciones de políticas para abordar el desafío energético global. Cualquier sugerencia de que las refinerías estadounidenses no están haciendo nuestra parte para traer estabilidad al mercado es falsa», dijo el CEO de AFPM, Chet Thompson.
«Alentamos a la administración a mirar hacia adentro para comprender mejor el papel que han jugado sus políticas y su retórica hostil en el entorno actual», continuaron.
«Aunque apreciamos la oportunidad de entablar un mayor diálogo con la Casa Blanca, la equivocada agenda política de la Administración, que se aleja del petróleo y el gas natural nacionales, ha agravado las presiones inflacionistas y añadido vientos en contra a los esfuerzos diarios de las empresas por satisfacer las crecientes necesidades energéticas y reducir las emisiones», añadieron.
Según Biden, estas empresas han reducido su capacidad y afectan con sus ganancias a las familias estadounidenses que «merecen acción inmediata». Y pide que esto lo hagan las compañías.
AFPM y API afirmaron que se han reunido con miembros de la Casa Blanca esta misma semana para analizar lo que pasa en los mercados energéticos globales.
Y, de forma más directa, las empresas responden al presidente Biden con un repaso de la realidad internacional:
«Nuestro análisis y el de expertos independientes incluyen las siguientes siete realidades:
- Los precios de los productos refinados se determinan en los mercados globales.
- Las refinerías de Estados Unidos están operando a su máxima utilización o cerca de ella.
- Alrededor de un tercio de la pérdida reciente de capacidad de refinación se debe a conversiones a la producción de combustibles renovables.
- La refinación estadounidense es un negocio de ciclo largo.
- Incluso si las refinerías pudieran poner en línea más capacidad de refinación a pesar de estos desafíos, el resultado podría ser una mayor demanda y costos más altos para el petróleo crudo.
- Las condiciones actuales del mercado son complejas y requieren una mirada más cercana.
- Las refinerías están, de hecho, agregando nueva capacidad de refinación de Estados Unidos donde tiene un sentido comercial».
La secretaria de prensa de la Casa Blanca reiteró que las petroleras y refinerías han estado sacando gran ventaja de la guerra entre Rusia y Ucrania. El presidente Biden también le ha pedido a su secretaria de Energía, Jennifer Granholm, que se reúna de emergencia para revisar los precios de los combustibles.
El pasado fin de semana, Estados Unidos rompió récord con elevados precios en las estaciones de gasolina. El sábado fue la primera vez a nivel nacional que el promedio por galón alcanzó los $5. Este índice estaba en $4.25 en marzo, de acuerdo a revistas especializadas.
Luego del inicio de la guerra entre Rusia y Ucrania, el 24 de febrero pasado, Biden dirigió una ronda de sanciones con la que pretendía golpear la economía rusa, pero aceptó que estas también darían un revés a los bolsillos de las familias estadounidenses. «Defender la libertad también tendrá costos en casa», había declarado en ese momento el mandatario demócrata.
En su carta del miércoles, Biden culpa personalmente al presidente de Rusia, Vladimir Putin por el «intenso dolor financiero que los estadounidenses y sus familias están soportando». La carta fue enviada a Exxon Mobil Corp., Chevron Corp., Phillips 66, BP America, Shell, Marathon Petroleum Corp. y Valero Energy Corp.