No habrá tricampeonato. Alianza cayó batido amargamente 0-1 ante un Platense, que aprovechó un yerro garrafal del portero Sergio Sibrián y que luego que defendió el resultado con uñas y dientes el resultado para colarse a semifinales.
Amarrado por la presión alta que impusieron los gallos y con poco espacio para poseer y mover el balón que es su fuerte, los paquidermos se vieron limitados y cayeron en los roces por lo que el encuentro marcó un primer acto con muchas interrupciones, cartulinas amarillas, y muy pocas emociones en la zona donde se cocinan los goles.
Alianza sin fluidez la fluidez que exhibido en otros encuentros abuzó del pelotazo largo y los repetidos centros para Juan Camilo Delegado que en este lapso fue absorbido por la zagua viroleña que optó por lo fácil alejar la pelota de su área y que el resto del equipo hiciera lo suyo: evitar el gol y que el encuentro se alargara.
Así hasta antes de la media hora albos solo sumaron una llegada clara: un mano a mano que Ezequiel Rivas perdió con el portero, ex elefante, Jimmy Cuellar, y la réplica llegó de inmediato en un remate de Elvin Alvarado que llegó justo para que el meta Sergio Sibrián embolsara.
Lejos de las áreas y con una batalla campal en la zona ancha el gol se veía distante, sin embargo, en el 40´, un remate raso e inofensivo de Carlos Anzora se le coló entre las piernas a Sibrián y eso cambió inmediatamente el ritmo del encuentro.
El baldazo de agua fría obligó a los blancos a adelantar líneas y se volcaron en ataque en la búsqueda del tanto que le permitiera irse a la pausa en igualdad de condiciones, pero no pudo ante un Platense que se colgó del marco.
La avalancha blanca persistió durante todo el complemento, pero lo más cerca que se estuvo del empate fue un zapatazo de Fito Zelaya y un testarazo de Emerson Mauricio ambos mordieron el horizontal. El destino marcado: Alianza eliminado.