El programa Sembrando Vida, ejecutado por el Gobierno de El Salvador y México, busca reforzar la diversificación de la matriz productiva y la generación de empleos en las zonas rurales, beneficiando directamente a más de 10,000 familias de forma directa con la mejora de la producción de hortalizas y otros alimentos.
Las autoridades explicaron que la estrategia lleva un 95 % de avance, y ayuda a los jóvenes brindándoles oportunidades de desarrollo en el sector agrícola, fomentando el trabajo y la unidad de las familias.
A este esfuerzo se ha sumado el acompañamiento del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), del Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (CENTA) y del Banco de Fomento Agropecuario (BFA).
«En la iniciativa de cooperación binacional es fundamental, porque también apoya a los agricultores de pequeña escala, para que establezcan sistemas productivos agroforestales, combinando la producción de los cultivos tradicionales con árboles frutales y maderables, a la vez que implementan el sistema de Milpa Intercalada entre Árboles Frutales (MIAF)», explicaron.
De igual manera, explicaron que otros de los beneficios del programa Sembrando Vida son 57 técnicos extensionistas contratados, encargados de dar seguimiento a los productores del Corredor Seco, dos coordinadores regionales, la entrega de 9,200 paquetes agrícolas, la instalación de 300 sistemas de riego y el establecimiento de 40 biofábricas.
«Habitualmente, en el Corredor Seco se cultivaba maíz y frijol, lo que limitaba a los pequeños agricultores para alcanzar un crecimiento sostenido de sus producciones, pero con la asistencia técnica ya hay un relevo de cultivos, enfocado en hortalizas, lo que ha provocado una mayor comercialización y una mejora en las condiciones de vida de las comunidades».
Las autoridades añadieron que el gobierno mexicano espera «implementar una segunda fase, enfocada en la capacitación en la comercialización de los productos para generar mayores ingresos económicos de las familias en zonas rurales».