Carlos Manzano puede presumir que ha presenciado parte de la historia de la humanidad desde primera fila, ya que ha visto los vestigios y estudiado a fondo las antiguas civilizaciones occidentales.
El salvadoreño actualmente cursa un doctorado en arqueología en la Universidad de Yale, en New Haven, Connecticut, Estados Unidos, y espera graduarse en 2027 para regresar a El Salvador y poner en práctica lo que ha aprendido.
Se graduó de la Licenciatura en Arqueología en la Universidad Tecnológica y obtuvo la maestría gracias al programa de becas Erasmus+, que promueve la Unión Europea en El Salvador.
Manzano se postuló en 2019, año en el que obtuvo la beca para especializarse. Cursó la Maestría en Ciencias en Materiales Arqueológicos en universidades de Portugal, Grecia e Italia entre 2019 y 2021.
«Cuando empezó la pandemia [por la COVID-19] yo estaba en Grecia. Es una anécdota curiosa porque no hablaba griego, pero frente a donde vivía estaba la playa, y por las medidas de bioseguridad nadie podía visitarla, pero yo sí tenía esa vista», cuenta Manzano, como una de sus diversas vivencias.
El salvadoreño reconoce que programas como el que la Unión Europea ofrece deben aprovecharse porque permiten conocer nuevas culturas.
«Una de las ventajas de las maestrías de Erasmus+ es que te da la posibilidad de ir a lugares que piensas que es imposible ir. Es una meta importante que cuando uno inicia vaya obteniendo las mejores notas, hacer actividades extracurriculares y aprender inglés. Muchas de las maestrías se dan en el idioma del país en donde se imparten o en inglés», agrega.
La Unión Europea facilita la formación de personas a escala mundial, y para el programa Erasmus+ se han destinado más de 26,200 millones de euros ($28,686.6 millones) para becas de estudiantes de diversos países.
La representación de la UE en El Salvador desarrolla jornadas informativas con las universidades para que sus estudiantes soliciten las becas.
El programa cubre becas para pregrados, las cuales son intercambios estudiantiles con universidades europeas por uno o dos ciclos, mientras que los posgrados implican la estancia por varios años en los países que conforman la UE.
Como testimonio de ello, Carlos Manzano menciona que, en sus prácticas en Italia, pensó que si bien es cierto la nación itálica es una de las que con más hallazgos arqueológicos cuenta, El Salvador también tiene importantes elementos, y lo que requiere es que se trabaje para buscarlos.
«Que te digan las universidades en Europa que has sido aceptado para la beca es una cosa alucinante, porque uno piensa que no puede ganarse algo así o que incluso no se lo merece», reflexiona.
El arqueólogo salvadoreño destaca que las becas que Erasmus+ ofrece abren mejores oportunidades laborales, porque muchas veces se puede optar a trabajar en los países donde se ha estudiado.
Otro aspecto que menciona es que los aspirantes a las becas deben eliminar las barreras que se imponen y que finalmente pueden incidir en que no obtengan la beca.
«Cuando uno aplica a una beca pueden pasar dos cosas: que te la aprueben o que te digan que no. Pero lo importante es dar ese paso, buscar la oportunidad, pensar en que sí lo podemos obtener y en que sí lo merecemos», agrega.
La representación de la Unión Europea en El Salvador ha enfatizado que más salvadoreños deben iniciar el proceso de becas para pre o posgrados.
El año pasado solo seis personas optaron a una beca Erasmus+ para maestrías.
El catálogo con el que cuenta el programa abarca 218 diferentes maestrías, muchas de ellas son exclusivas de las universidades europeas.