Cambios de clima son tan repentinos se tiende a registrar un alza en enfermedades respiratorias y virales, por lo que es importante tener en cuenta algunas medidas de prevención.
Una de las preocupaciones crecientes es el aumento de casos de influenza, que es básicamente una infección viral que ataca el sistema respiratorio, es decir, la nariz, garganta y en algunos casos los pulmones.
Según la doctora Sarah Rodríguez, esta enfermedad -que es causada por un virus- en la mayoría de casos se presenta de forma leve; sin embargo, en población de riesgo y sin el debido tratamiento, la situación se puede agravar y en ocasiones llevar hasta la muerte.
«La influencia es una enfermedad viral que es más frecuente es esta temporada, es decir en los meses de octubre, noviembre y diciembre. Normalmente no da complicaciones, pero en algunos casos, como en personas de alto riesgo puede llegar a evolucionar a una neumonía o bronquitis. Es por eso que los niños menores de seis meses y las personas mayores de 65 años son prioridad para la administración de la vacuna contra la influenza», señala.
La transmisión de los virus de influenza regularmente es por el aire en gotitas cuando alguien que tiene la infección tose, estornuda o habla.
Es posible inhalar esas gotitas directamente o contagiarse por medio de un objeto, como un teléfono o una manecilla de una puerta, y luego transferir los virus a los ojos, la nariz o la boca. De ahí la importancia de lavarse siempre las manos y desinfectar todos los objetos que tocamos.
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Para Rodríguez, aunque la influenza tiene gran similitud y es fácil de confundir con la gripe común, una de las señales que alerta al momento de generar un diagnóstico, es la evolución rápida que presenta la enfermedad, es decir los síntomas suelen aparecer de una manera más inmediata.
La influenza suele ser súbita y su estadio en nuestro cuerpo es más rápido también. El día que una persona se contagió, ese mismo día puede comenzar a sentir molestias.
«Los resfriados, en cambio, se presentan de forma más lenta y generalmente puedes llegar a sentirte mucho peor con la influencia que con una gripe común», comenta la médico, para quien es indispensable colocar una vacuna anual contra la enfermedad.
Hábitos que evitan la enfermedad
Según la doctora Sarah Rodríguez una de las medidas mas importantes para la prevención de la influenza es vacunarse todos los años, ya que reduce la aparición de enfermedades relacionadas con esta y el riesgo de sufrir complicaciones graves que pueden dar lugar a hospitalizaciones o incluso la muerte.
«Es fundamental ponerse la vacuna una vez al año, con eso prevenimos que la enfermedad se complique, ya que solo así garantizamos que nuestro sistema inmunológico esté preparado», afirma Rodríguez.
Así mismo recomienda tomar medidas preventivas día a día para reducir el contagio de la enfermedad. Algunas de estas acciones son:
Lávate las manos. Lavarse las manos con frecuencia con agua y jabón por lo menos durante 20 segundos es una manera eficaz de prevenir muchas infecciones comunes. Si no hay acceso a agua ni jabón, usa un desinfectante de manos a base de alcohol.
Evita tocarte la cara. Sobre todo, no toques los ojos, la nariz y boca.
Cúbrete la boca al toser y estornudar. Tose o estornuda en un pañuelo desechable, o en el codo. Luego, lávate las manos.
Limpia todas las superficies. Limpia las superficies que se tocan con frecuencia para prevenir la trasmisión de la infección al tocar un lugar que tenga el virus. Esto aplica incluso para teléfonos móviles, que se usan con mucha frecuencia.