El multimillonario Musk ha programado en la sede de Tesla en Austin, Texas, un «evento de entrega» a clientes de lo que en países como México o en las comunidades latinas de Estados Unidos vendría a ser una «troca» (por truck, camión o camioneta en inglés), aunque en una versión cibernética.
Según ha dicho Musk, el auto pretende ser un cruce entre un modelo de «Blade Runner» y el ‘Wet Nellie’, un vehículo anfibio inspirado en el Lotus Esprit, visto en «La espía que me amó» (1977) de la saga James Bond. Aunque también recuerda a los autos de «Mad Max Fury Road».
El tardío debut se produce cuando otros fabricantes de automóviles han retrasado las inversiones debido a la lenta demanda de vehículos eléctricos. La propia Tesla ha emprendido numerosos recortes de precios, incluso cuando el valor de sus acciones se ha mantenido elevado.
«Se trata de un lanzamiento importante para Musk y la marca Tesla», afirmó a la AFP el analista de Wedbush Securities, Daniel Ives.
Para el empresario Musk esta es también una oportunidad de pasar la página tras una nueva polémica a mediados de noviembre cuando fue acusado de hacer eco de discursos antisemitas desde la plataforma X (antes Twitter), de su propiedad.
«No creemos que la marca Tesla se haya visto afectada negativamente pero, el equilibrio es frágil para Elon, que camina sobre la cuerda floja», dijo Ives, quien elogió el reciente viaje de Musk a Israel, donde visitó al primer ministro Benjamín Netanyahu.