La primera dama de la república, Gabriela de Bukele, envió a la Asamblea Legislativa el anteproyecto de la ley Crecer Juntos para la Primera Infancia, Niñez y Adolescencia, la cual sustituirá la Ley de Protección Integral de la Niñez y la Adolescencia (Lepina) para centrarse directamente en las necesidades de los niños, desde su primera infancia, y adolescentes.
Más que atender los problemas, la nueva ley buscará prevenir que surjan. Además, dejará el enfoque centrado en los adultos de la Lepina para enfocarse en las demandas actuales de ese importante grupo de la población.
La nueva legislación, además, buscará definir un modelo de atención definido para establecer mecanismos de ejecución, en lugar de que cada institución que aplica la Lepina actúe de manera descoordinada y conforme a lo que considere correcto, según sus propias valoraciones.
El gran fracaso de la Lepina se expresa en la expansión de las pandillas desde los gobiernos de ARENA y del FMLN, que no pudieron atender de forma adecuada las necesidades de los más jóvenes. Como la Lepina, si otras leyes, acciones y políticas destinadas en teoría para proteger a los niños y adolescentes hubieran funcionado, «no estaríamos combatiendo a las pandillas, porque simplemente no existirían», explicó la primera dama sobre la necesidad de una nueva ley.
La ley propuesta obliga al Estado a invertir en la primera infancia, niñez y adolescencia e incrementar los recursos de forma progresiva, además de garantizar derechos para los niños de cero a ocho años y jóvenes para que puedan participar en la vida cultural, así como en artes, deporte y recreación.
También se implementará el número único de identificación desde el nacimiento, con lo que se garantiza la plena identificación desde las edades más tempranas. Los gobiernos pasados heredaron malas prácticas, a tal punto que, todavía hoy, un 11 % de los niños no tienen una partida de nacimiento.
La nueva ley también garantizará que no haya revictimización en caso de abusos o violencia, es decir, se superarán las prácticas contenidas en la Lepina que obligaban a las víctimas a dejar el hogar y las sometían a interrogatorios repetitivos. Para ello, se determina que el agresor es quien debe abandonar la casa y bastará un solo interrogatorio que será válido para cualquier otro proceso judicial por seguir.
Ya el Gobierno del presidente Nayib Bukele ha puesto las bases invirtiendo de forma consistente en la primera infancia y creando políticas coherentes y de largo aliento.