El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) publicó recientemente la investigación «200 años de políticas públicas sobre la infancia en El Salvador», un estudio elaborado con Flacso, que presenta el panorama de la niñez en la legislación y en las políticas públicas salvadoreñas en los últimos dos centenarios. Dicho estudio estuvo a cargo de Jimmy Vásquez, especialista de políticas sociales de Unicef, y del historiador Héctor Lindo.
Dicha investigación está disponible en la página de Unicef y Flacso, así como en las redes sociales de dichas instituciones. Además, se divide en cuatro grandes períodos: de 1821 a 1900, cuando la familia se encargaba de los niños; de 1900 a 1950, cuando se enfatizaba en la importancia de cuidarlos y criarlos, también se inicia con las políticas públicas en temas de vacunación; de 1950 a 1980, cuando se invierte en educación para incluir a los niños en el desarrollo nacional, y, finalmente, de la década de 1900 a la actualidad, con el desarrollo de la infancia basado en el enfoque de derechos.
Vásquez explicó que algunos de los principales hallazgos fueron que los cambios de la política pública de niñez han sido lentos, así como la poca participación de las niñas. «Se hablaba de los niños varones. La sociedad ha invisibilizado a las niñas. Eso se puede ver en el mercado laboral: las tasas de participación de las mujeres son del 42 %, las del hombre son de 78 %. Ahí se ve que la matrícula en niñas al inicio es casi cero. En el mercado laboral está el reflejo de una decisión de 100 años atrás», informó el especialista a «Diario El Salvador».
Otro de los descubrimientos importantes es que actualmente el país se encuentra en un momento importante para invertir en la niñez. «Es el momento decisorio, son las últimas cohortes que podemos aprovechar al máximo», enfatizó Vásquez. Por lo tanto, proponen ocho desafíos que el país debe intervenir para construir un futuro más próspero y equitativo para la niñez.
El primero está relacionado con la prevención de daños por el cambio climático, ya que las lluvias afectan el ciclo escolar. «El país debe hacerles frente a los problemas de deforestación. Los niños son parte de la solución, es importante incorporarlos en la política pública. Dar herramientas a los niños porque tienen la capacidad de dar soluciones», comentó Vásquez.
Los otros desafíos están vinculados con la construcción de una sociedad comprometida con la niñez, la sostenibilidad de la inversión en educación y el desarrollo temprano, la importancia de pasar de lo normativo a lo operativo, el crecimiento económico con cuidado de la infancia, más prevención de la pobreza, mejorar la calidad de vida de los niños en el presente y la niñez debe ser un proyecto de nación.
«El mercado laboral en el que estos niños se incorporarán es diferente al que estamos nosotros, es un mundo más automatizado. Las habilidades del futuro son las socioemocionales, y esas se construyen en los primeros años de vida», explicó Vásquez.