A Yuri Rodríguez no le da miedo hablar de su pasado. De ese que lo llevó a vivir aproximadamente durante ocho años en Mariona. Sí, en el centro penal La Esperanza, acusado de lesiones en perjuicio de un estudiante. “¿Y vos crees que a mí me asusta dejar de comer durante 24 horas después de pasar lo que pasé?”, dice enfático, hablando del régimen alimenticio al que tuvo que someterse durante el viaje desde El Salvador hasta Santa Susana, España, sede del Campeonato Mundial de Fisicoculturismo, y en donde el atleta nacional buscará ganar oro, un histórico triunfo que lo convertiría en el primer cuscatleco en ganar un campeonato del mundo amateur individual.
A Yuri no le da miedo recordar que, durante su estadía en Mariona, allá por 2004, sobrevivió a una salvaje matanza que acabó con la vida de 32 reos aunque, de manera extraoficial, se supo que eran muchísimos más los muertos. “Experiencias como esas me han forjado el carácter. Es más, le vamos a decir a Yamil (Bukele, el presidente ad honórem del INDES) que todos los atletas del país tienen que pasar por Mariona para forjar el carácter”, dice, entre risas, el ahora pelirrojo fisicoculturista. “Aunque no es rojo.
Es cobrizo”, aclara sobre su nuevo color de cabello, que ha logrado el objetivo que se propuso al cambiarse el look: llamar la atención. A Yuri tampoco le dio miedo preparar esta participación en el mundial durante 80 días, incluidos los últimos 50 sin ingerir nada de carbohidratos. Nada. “Creo que la única vez que pequé fue porque agarré dos medidas de granola light. De ahí he respetado al pie de la letra la dieta”, cuenta.
Esa dieta de Yuri no es fácil. Religiosamente y con reloj – ahora cronómetro- en mano, ha hecho durante todo este tiempo ocho comidas al día. En ella abundan las claras de huevo, el pollo, el salmón y los vegetales. Ah, y el café. “Tomo un café con sabor a avellana. Le pongo hielo y lo hago tipo frozen. Ese es mi postre”, explica. Durante el viaje a España, Yuri no probó alimento alguno de los que sirvieron durante el vuelo.
Ni vio la bolsa que repartieron en el almuerzo (que contenía una empanada de atún, jamón serrano, chocolate, entre otras cosas). Y tampoco la de la cena (hora de El Salvador), pero que ya era desayuno en Madrid. Mejor prefirió descansar y tratar de conciliar el sueño durante las 10 horas que duró la travesía entre El Salvador y Madrid.
La ayuda idónea
La inventiva para no caer en la monotonía de la alimentación corre por cuenta de Karlita, la pareja sentimental de Yuri, y quien se ha convertido en apoyo fundamental durante los últimos años en la carrera del fisicoculturista.
Karla Francisca Velásquez también es apasionada de esta disciplina deportiva – e incluso se encuentra en régimen de dieta para competir próximamente en el Campeonato Centroamericano y del Caribe de Fisicoculturismo-, por lo que entiende a la perfección el trabajo de su compañero. Juntos han preparado este viaje y esta participación mundialista, a la que Karlita -como cariñosamente llama Yuri- actúa como asistente del campeón panamericano en Lima 2019 y subcampeón del mundo en Emiratos Árabes Unidos, también en 2019.
“El año pasado yo viajé solo y ahora vengo con Karlita. El año pasado yo actué como delegado, entrenador y atleta. Ahora viene también el presidente de la federación (de fisicoculturismo, Fabrizzio Hernández). El año pasado el idioma fue una barrera y ahora el evento es en España, por lo que no tendremos ese problema. Este año me preparé mejor”, enfatiza Yuri.
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El efecto pandemia
Yuri no es amigo de las mascarillas. No se lleva bien con ellas. Durante el viaje, en varias ocasiones le llamaron la atención por portarla de manera incorrecta. Y es que pasar prácticamente 24 horas con el cubrebocas, en definitiva, incomoda a cualquiera. Pero lo de la mascarilla es solo la cereza al pastel de todos los cambios que Yuri tuvo que realizar de cara a este campeonato del mundo que se desarrollará mientras España vive un rebrote por la pandemia de COVID-19.
“La cuarentena me obligó a replantearme la preparación para este evento. Comencé con artículos caseros, compré algunas cosas y luego el INDES me ayudó con otra maquinaria para ejercitarme en mi casa. Han sido 80 días de preparación intensa, pero que han valido la pena. Ahora solo quiero subirme a la tarima y sentir el sabor de la medalla de oro. Gracias al INDES, a Yamil Bukele y a todo su equipo por el apoyo”, recalcó el fisicoculturista salvadoreño. al INDES, a su presidente Yamil Bukele, a la federación de fisicoculturismo por el apoyo logístico para realizar este viaje.
Espero que todo salga bien y podamos saborear una medalla de oro en este mundial”, El Salvador y Santa Susana (7 horas adelante en España) Yuri dejó de usar su reloj y ahora todo es en base al cronómetro. Así lleva el control de las horas que guardó de ayuno para llegar al peso y luego de las comidas que tiene que hacer para llegar en forma a la competencia.