Los hospitales de Nueva Delhi, desesperados por la explosión de casos de coronavirus, reclaman más oxígeno medicinal, mientras que a las afueras de Bombay trece enfermos de la COVID-19 murieron en el incendio de una clínica, una tragedia más en la catástrofe sanitaria que vive India. Hoy, en 24 horas, se registraron 330,000 nuevos casos de coronavirus y 2,000 decesos en India.
El envejecido sistema sanitario indio lleva muchos años subfinanciado y ahora, frente a esta violenta segunda ola de la pandemia, enfrenta una falta de los medicamentos y del oxígeno que necesitan los enfermos más graves de la COVID-19. Hoy se declaró un incendio en un hospital a las afueras de Bombay, informó a la AFP Morrison Khavari, un responsable de los bomberos, según el cual se abrió una investigación. «Había diecisiete pacientes en la unidad de cuidados intensivos del hospital Vijai Vallabh, de los que 13 murieron y otros cuatro fueron trasladados a otras dependencias», precisó.
Dos días antes, 22 pacientes de la COVID-19 murieron en otro hospital del mismo Estado de Maharashtra debido a un corte del suministro del oxígeno de los respiradores durante media hora.
Cuatro enfermos murieron también a principios de abril en el incendio de una clínica privada del Maharashtra y otro en un hospital de Bombay, en marzo, causó once muertos. India ha registrado casi cuatro millones de casos de la COVID-19 en abril, lo que acabó con la esperanza de principios de año de que había dejado atrás lo peor de la pandemia. La capital, Nueva Delhi, continúa siendo una de las zonas más golpeadas por la pandemia.
Los hospitales de la ciudad lanzan llamados de socorro diarios al gobierno local y al nacional para reclamar que les suministren oxígeno.
«Menos de una hora de abastecimiento de oxígeno en el Max Smart Hospital y en el Max Hospital Saket. Esperamos nuevas provisiones (…) Más de 700 pacientes ingresados necesitan asistencia inmediata», tuiteó hoy Max Healthcare, una de las mayores cadenas de hospitales privados.