i hay algo que dejó claro Schafik Hándal durante su comparecencia ante la comisión especial que investiga los fondos recibidos por las ONG es que el FMLN consideraba que años de luchar por tomar el poder eran suficiente argumento para saquear las arcas del Estado. En lugar de la transformación de las estructuras de poder, los otrora comandantes de la guerrilla llegaron al Gobierno para administrar la corrupción mediante una serie de mecanismos de dudosa moralidad.
La Fundación Salvadoreña para la Democracia y el Desarrollo Social (Fundaspad) tuvo una trayectoria marginal cuando el FMLN era un partido de oposición. Dirigentes de ese instituto político formaban parte de la junta directiva, pero no lograron captar más cooperación que la que otras ONG podían atraer con discursos «progresistas» y contra los «enemigos de la injusticia social».
El verdadero «boom» de Fundaspad llegó cuando el FMLN ganó la presidencia de la república y pudo controlar las votaciones en la Asamblea Legislativa. El mismo Hándal declaró que esta ONG recibió fondos públicos mientras él era diputado de la bancada del FMLN. Es decir, que como diputado votó para entregar dinero del Estado a una agrupación de la que él formaba parte. Esto está al mismo nivel de que un ejecutivo de un banco no solo vote a favor de un préstamo para sí mismo, sino que también apruebe su liquidación sin necesidad de pagar un centavo.
Desde la Asamblea Legislativa dominada por la alianza ARENA-FMLN se aprobaron fondos para las ONG de ambos lados del espectro político. Ambos partidos compartían el mismo objetivo: apropiarse de fondos públicos.
La transformación que ofreció el FMLN solo aplicó para mejorar las condiciones de vida particulares de los comandantes. Ese partido hacía inflar las planillas de las instituciones de Gobierno precisamente porque de ello percibía un beneficio económico con los descuentos que aplicaba a cada uno de sus integrantes. Al llegar al Gobierno, continuó haciéndolo, solo que en este caso los funcionarios suplían el diezmo entregado al partido con el saqueo que hacían al erario nacional. En el tema de las ONG, Fundaspad captó cientos de miles de dólares en apenas unos años, muy por encima de lo que antes había recibido de sus financistas.
El FMLN aplicó un esquema que ya estaba instalado en las estructuras de corrupción que controlaban el Estado. Administró mecanismos viciados en su propio beneficio. Y por eso otras ONG, como Fusades, se oponen a que la corrupción no prescriba, para no tener que dar cuentas de los fondos estatales desviados a sus cuentas bancarias.