Los salvadoreños se encargaron de poner el ambiente en las tres jornadas de Copa Oro femenina que se disputaron en el estadio Shell Energy, en Houston.
La asistencia de este miércoles fue menor a las dos fechas anteriores, pero los que llegaron, a pesar del frío que imperó, les dieron calor a las chicas de la Azul.

En el partido ante las suramericanas no sonaron los bombos ni las trompetas de las barras organizadas, pero los salvadoreños que llegaron quedaron afónicos de tanto gritar cuando había una buena jugada de El Salvador, o para recriminarle a los árbitros algunas decisiones como la del penalti guaraní.

Los cuscatlecos, una vez más, se apuntan un 10 por ser grandes animadores desde las gradas y nunca dar la espalda a su selección.