Tránsito Portillo reside en la ciudad de San Miguel Tepezontes, en La Paz, y a sus 81 años el arte lo mantiene activo al plasmar con óleo obras en las que recrea la tradición oral de su municipio, la historia y la cotidianidad de su gente.
Contó que desde niño tenía la puerta de su casa rayada, coloreada a su manera, y al ir a la escuela sus maestros notaron su talento y habilidad para la pintura.
El artista solo logró estudiar la primaria, pues las condiciones económicas de su familia no le permitieron seguir su formación, pese a que en el centro educativo al que asistía al reconocer sus dotes gestionaron media beca para que estudiara pintura, a lo que tampoco pudo acudir. «Me quedé con el deseo de recorrer con la pintura, a saber dónde estuviera», dijo mientras mostraba su galería de más de 30 obras, la mayoría grandes y enmarcadas por él.
Su talento, al que llama natural, se refleja en los destellos de su pincel hechos obras, y aunque a los 30 años tuvo que dejar de pintar porque se dedicó a aprender y a trabajar en la carpintería, la albañilería y en la música para generar ingresos para su familia, conformada por su esposa y sus tres hijos, aseguró que nunca dejó de lado el arte y el gusto de pintar.
«Me siento satisfecho de llegar hasta este momento pintando, porque a mis años ya no podría hacer eso, pero al hacerlo, la pintura me hace sentir con vida», expresó el octogenario.
Su sueño como pintor es dejar un legado, y aunque reconoce que no se es profeta en su tierra, cree que sus obras son parte del aporte social y cultural para San Miguel Tepezontes. «Quisiera que mi arte despierte a esa muchachada, que me hicieran preguntas, me llenaría de satisfacción ayudarles; pero ahora usan teléfonos, la tecnología, y la historia casi no la conocen, no es como antes, que uno buscaba la historia».
Uno de los espacios que tiene para exponer su galería es durante las fiestas de san Miguel arcángel, que se celebran del 25 al 29 de septiembre. Si alguien quiere adquirir sus pinturas, puede comunicarse al 2362-1838.