Desde niño le gustaban las matemáticas y cuando cursaba cuarto grado participó por primera vez en la Olimpiada Nacional de Matemática (ONEM) y fue ahí que se apasionó más por esta rama de estudio, comentó Enrique Adonay Hernández Rafaelano, residente en San Juan Nonualco, La Paz.
Cursa segundo año de Bachillerato Técnico Vocacional en Infraestructura Tecnológica y Servicios Informáticos en el Instituto Nacional José Simeón Cañas (Injosica), de Zacatecoluca, y actualmente debe cumplir con sus estudios y la responsabilidad de prepararse para las olimpiadas de su materia favorita.
Comentó que cuando era pequeño había algunos familiares que siempre obtenían los primeros lugares en sus grados, y eso lo impulsaba a estudiar con dedicación.
Reconoció que su talento lo ha llevado a ganar el primer lugar a escala nacional en la ONEM cuando estaba en sexto, en octavo y en noveno grado, el primer lugar en la Olimpiada Nacional de Física en el nivel de séptimo grado y también el segundo lugar en el curso Futuros Dirigentes Técnicos Científicos 2018.
A escala internacional, en las olimpiadas por correspondencia, no presenciales, participó en la olimpiada Iberoamericana en mayo, en la que se acreditó dos medallas de plata y en la Olimpiada Iraní de Geometría, donde también alcanzó medalla de plata y bronce, así como en la Olimpiada de Matemática Asia y el Pacífico, donde tuvo una mención de honor.
«Entre las olimpíadas internacionales que he viajado están las olimpiadas centroamericanas y del Caribe 2020- 2021, que por la pandemia no pudimos salir del país, pero obtuve medalla de bronce y mención honorífica; en la Olimpiada Internacional de Matemáticas, que es la más conocida mundialmente, que fue en 2022 y en 2023 en Noruega y en Japón, en ambas obtuve mención honorífica; y en la Olimpiada Iberoamericana en Colombia 2022 gané medalla de bronce», detalló el joven talento que aseguró que está orgulloso de representar a El Salvador.
Su última participación fue a inicios de este mes en la XXXVIII Olimpiada Iberoamericana, que se llevó a cabo en Brasil, en la que participó junto con otros tres jóvenes talentos salvadoreños y obtuvo la medalla de bronce. «Primero que nada me gustaría agradecer de todo corazón a Dios, que es quien lo permitió; a mi familia, por brindarme un apoyo incondicional; y a todos mis amigos, por brindarme ánimos de seguir», dijo.
«Mi experiencia en la Olimpiada Iberoamericana de Matemática fue buena, aunque considero que era capaz de hacer más. Me gustó hacer nuevas amistades, enfrentarme a nuevos y difíciles problemas, ir de paseo por la gran ciudad de Río de Janeiro, entre otras muchas cosas», expresó luego de regresar al país. A sus 17 años ha visitado otros países, ha conocido otras culturas y ha compartido con jóvenes talento, una experiencia que sin duda lo anima a seguir sus proyectos. «Me siento satisfecho y agradecido principalmente con Dios, con mi familia y con todas las personas que me han ayudado, con el programa Jóvenes Talento, con el instituto [donde estudia] que me ha apoyado», expresó. Su sueño es acceder a una beca en el extranjero y aunque dijo que aún no define qué estudiará al salir de bachillerato, comentó que lo más probable es una opción orientada a las ciencias de la computación o a la matemática.