En El Salvador existen diferentes refugios y asociaciones que están ayudando a rescatar perros y gatos que viven en la calle o que fueron abandonados por sus familias.
Estas asociaciones se encargan, además de auxiliarlos después del rescate, de buscarles hogares temporales y familias que deseen adoptarlos de forma fija, ya sea en su país de origen o en el extranjero.
Tal es el caso de La Manada de Pick (@lamanadadepick), que rescata de forma independiente desde 2013, y formalizó el trabajo tres años después.
Desde hace ocho años, esta asociación ha dado en adopción a unos 1,800 perros y se ha encargado de llevar 36 al extranjero, a países como Canadá, Estados Unidos, Uruguay, España y Suecia. Bery Zamora, encargada de esta asociación, mencionó que uno de los factores principales por los que los perros son abandonados es la falta de conciencia y responsabilidad de las personas.
«Generalmente, un cachorro es abandonado entre los 10 meses de vida. Los perros que se ven en las colonias son perros jóvenes. Las personas adquieren un perro sin tener conciencia de que requieren de tiempo, sin tomar en consideración el núcleo familiar, y luego se generan conflictos en el hogar y los animales terminan abandonados», indicó Zamora.
Para ella, uno de los puntos más importantes de la labor que llevan a cabo como rescatistas son las jornadas de esterilización, que las hacen desde hace cinco años y con las que anualmente esterilizan a unas 200 perras y gatas. «Además del rescate, el objetivo también es disminuir la población de animales que se encuentran en las calles», aseguró Zamora.
Milagros de Amor (@milanguitos) es otro refugio que inició con la labor de rescate desde hace siete años. Actualmente cuenta con 75 perros y 80 gatos, que fueron rescatados y reciben a diario cuidados, alimentación y atención veterinaria, que incluye tratamientos, operaciones, esterilizaciones y castraciones.
«Buscamos promover la adopción en lugar de que las personas compren perros o gatos. También motivamos la esterilización y la castración de las mascotas», indicó Dinora Morales, vicepresidenta de la fundación. Según Morales, lo primero que la persona debe hacer para adoptar a un perro es llenar una solicitud de adopción; posteriormente, el refugio se encargará de verificar las características del hogar adoptante para confirmar que reúne las condiciones necesarias.
Luego se debe confirmar que toda la familia está de acuerdo con la adopción. Dependiendo de todas estas situaciones, el proceso puede alargarse hasta una semana. De acuerdo con la vicepresidenta del refugio, uno de los pilares de toda asociación de este tipo es la parte de los donativos, ya que estos sostienen en gran parte el trabajo que se hace.
«Solo de esta manera podrán pagarse las clínicas veterinarias, la comida, las cirugías, el tratamiento que algunos necesitan para vivir y los rescates», enfatizó.
HOGARES TEMPORALES
Unas de las apuestas más importantes de los rescatistas, ya que implica una opción rápida para ayudar a un perro o un gato en proceso de recuperación, es encontrarles un hogar temporal.
En estos lugares, además de ayudar a la rehabilitación física de los animales, ya sea porque han vivido en la calle o porque han sido atropellados o maltratados, se les proporciona el espacio y el tiempo suficientes para que se recuperaren en un ambiente libre de violencia.
Después de este proceso, estos hogares también colaboran para introducirlos a la nueva familia; es decir, los educan para que aprendan a convivir con las personas, ya que muchos de ellos nunca han tenido esta posibilidad. Jénnifer Serrano, encargada de la asociación Adopta un Ángel (@ adoptaunangelsv), cuenta con cuatro hogares temporales a disposición de perros y gatos en proceso de recuperación.
Ella indicó que las personas que deseen convertir su casa en hogar temporal deben ponerse en contacto por medio de las redes sociales de la asociación. Ellos se encargan de hacer las entrevistas respectivas y de buscar a las familias adecuadas para cada animal.