Carlos III, jefe de Estado de 14 países además de Reino Unido, recibió el domingo en el palacio de Buckingham, en Londres, a representantes de los reinos de la Commonwealth, cuando aparecen aspiraciones republicanas en algunas excolonias británicas.
La Commonwealth está compuesta por 56 Estados, en su mayoría excolonias británicas, entre ellas 15 reinos (que incluyen al Reino Unido, Australia, las Bahamas, Canadá, Nueva Zélanda o Jamaica), en la que el monarca también es jefe de Estado.
Durante su tercer día como rey, Carlos III, jefe de la Commonwealth, recibió a la secretaria general de la organización, Patricia Scotland, y a los altos comisarios del Reino Unido, una especie de embajadores provenientes de diferentes reinos.
Todos los países de la Commonwealth proclamaron a Carlos como su nuevo rey tras la muerte de la reina Isabel II, pero más allá de la emoción provocada por el deceso de la monarca entre los 2.500 millones de habitantes de esos 56 Estados, algunos se interrogan sobre la capacidad de Carlos para inspirar la misma lealtad y fidelidad que su madre.
Como la isla caribeña de Barbados, que se convirtió el año pasado en República, 55 años después de haberse independizado del Reino Unido, otros contemplan seguir el ejemplo.
Una importante proporción de australianos espera que su país se convierta en República, inclusive el primer ministro, Anthony Albanese, quien sin embargo no se plantea convocar un referéndum durante su primer mandato, según dijo durante una entrevista a la cadena Sky News.
En Canadá, los republicanos siguen siendo minoritarios, pero una encuesta publicada el pasado abril mostraba que un 67% de la población no era favorable a que Carlos sucediera a su madre.
Y poco después de que Carlos fuese confirmado rey de Antigua y Barbuda, el primer ministro de ese pequeño estado antillano, Gaston Brown, expresó su intención de organizar un referéndum «en los próximos tres años».
«No es un acto hostil» hacia la monarquía, «sino la última etapa para terminar nuestro camino hacia la independencia», aseguró a la cadena de televisión británica ITV.
Durante el viaje oficial del príncipe Guillermo y de su esposa Catalina a Jamaica en la pasada primavera, cuando la pareja enfrentó críticas sobre el pasado esclavista del Reino Unido, el primer ministro, Andrew Holness, consideró «inevitable» la transición de su país hacia un régimen republicano.