En los registros de nuestro archivo histórico de la Cancillería, tenemos documentado el accionar de los cónsules honorarios de El Salvador desde los años 40 del siglo XX.
De acuerdo con todas estas marcas en el tiempo, nos hemos dado cuenta de que siempre han estado acompañándonos y brindado apoyo de manera desinteresada, independientemente de las circunstancias y episodios históricos que hemos pasado.
No obstante, su invaluable apoyo nunca se valoró, sino hasta la administración de nuestro presidente Nayib Bukele, quien los considera como aliados importantes para el desarrollo nacional.
Por ello, nos planteamos el propósito de realizar el Primer Congreso de Cónsules Honorarios que reunió, recientemente, a 48 funcionarios, con este rango consular y provenientes de los cinco continentes, quienes no tienen ningún interés económico y que lo único que buscan es ayudar al país y hacer altruismo.
Muchos de ellos no son salvadoreños; mientras que otros sí poseen un nexo a través de sus esposas o esposos o hijos que cuentan con la nacionalidad salvadoreña. Pero más allá de estos vínculos parentales, ellos, sin duda aman El Salvador y están más orgullos que nunca de representar el azul y blanco de nuestra bandera por todas las transformaciones que estamos viviendo.
Y, precisamente, para que ellos constataran esos cambios, tuvieron la oportunidad de conocer el nuevo rostro de El Salvador, una nación vibrante con la vista trazada en el futuro y la fe puesta en que, con el trabajo de todos, y la ayuda de Dios, estamos construyendo un mejor país.
Es así como, en función de esta nueva realidad, también debemos darle un nuevo dinamismo a la actuación de los cónsules honorarios, y de ahí la relevancia de este encuentro que nos permitió establecer los siguientes pasos a seguir en la búsqueda de ser más efectivos en el trabajo que realizamos.
Así conocieron el trabajo del Gobierno con voces de alto nivel como el vicepresidente de la República, Félix Ulloa; el secretario de Comercio, Miguel Kattán, y el presidente del Instituto Nacional de los Deportes (INDES), Yamil Bukele. También estuvieron ministros y representantes de las diferentes carteras de Estado como los ministerios de Turismo, Cultura, Justicia y Seguridad, Salud; la Agencia de Promoción de Inversiones y Exportaciones de El Salvador (INVEST), Corporación Salvadoreña de Turismoy Consejo Salvadoreño del Café, entre otras. Todas estas entidades presentaron sus iniciativas, logros y desafíos que están dirigidas al mejor desarrollo del país.
Además, les reiteramos el trabajo de la Cancillería, por medio de las diferentes áreas de los Viceministerios de Diáspora y Movilidad Humana y de Relaciones Exteriores, dos bastiones fundamentales que impulsan la nueva visión de la política exterior del Gobierno del presidente Bukele.
También tuvieron la oportunidad de visitar la finca Cajamarca, en el volcán de San Salvador, en donde ampliaron sus conocimientos sobre café, gracias a la clase magistral, impartida por la entidad rectora del grano, la cual les mostró la variedad, calidad y los lugares de cultivo. En este mismo contexto, conocieron la oferta de inversión y exportadora de nuestro país a fin de promocionar productos en sus destinos.
Todo este potencial será, sin duda, los mejores insumos para que redoblen sus esfuerzos y desarrollen, de la mejor manera, las misiones encomendadas:
atender a la diáspora salvadoreña en países y lugares donde se les imposibilita llegar a consulados y embajadas, fomentar la atracción de inversiones y gestionar cooperación.
Aunado a ello, les hemos pedido ser portadores de nuestra cultura y turismo, dos rubros que nos caracterizan por medio de expresiones artísticas, así como por lastradiciones culinarias que son reconocidas a nivel global. Y, en cuanto al turismo, pudieron constatar el proyecto emblemático que ha transformado la costa salvadoreña: Surf City, así como Sunset Park, lugar de mucho atractivo y color.
Sé que para nuestros cónsules honorarios esta semana fue de mucho aprendizaje y conocimiento. Pero, además, se llevan la tarea de elegir una de todas las iniciativas que lograron apreciar durante este viaje, a fin de que puedan desarrollar un proyecto que pueda fortalecer y beneficiar a nuestro país. Confío en su compromiso y estoy segura que, de sus gestiones, pronto tendremos buenas noticias.
Asimismo, en estos días que compartimos juntos, les reiteré mi aprecio y admiración por mostrar, ante todo, su calidad moral, honestidad, dignidad, integridad, honradez y respetabilidad.
A mis cónsules honorarios les pido hacer todo siempre “Con Honor” para El Salvador.