Con 72 años en el mercado salvadoreño y una amplia presencia en los mercados centroamericanos y de Estados Unidos, DIANA se posiciona como la empresa de boquitas más importante de la región, y la preferida de varias generaciones de consumidores que acompañaron y acompañan sus momentos más felices con los sabores dulces y salados icónicos de la marca.
En este contexto, la empresa se apresta a devolver ese apoyo a través de una serie de acciones de beneficio social y medioambiental, las cuales, en su mayoría, están vigentes desde hace años, pero ahora se unifican en Legado DIANA, como una forma de contar todo lo que la empresa está haciendo, informó el director de Asuntos Corporativos, Luis Núñez.
«Estamos comprometidos a devolver ese cariño que la gente nos ha dado, y la mejor forma de hacerlo, no solo es dándoles los mejores productos de la mejor calidad, que estamos invirtiendo en hacerlo siempre; pero también en mejorar el medio ambiente, en apoyar a las comunidades, en impulsar el desarrollo local, y es lo que vamos a seguir haciendo», apuntó el ejecutivo.
Para hacer posible todas estas transformaciones, la empresa ha definido cinco iniciativas sobre las cuales encausará sus acciones de impacto positivo, estas son: agua, reciclaje, residuos, apoyos a productores agrícolas, y comunidades.
Núñez reiteró que esta estrategia nace de la vocación de la compañía salvadoreña para estar cerca de las personas que necesitan apoyo, «queremos estar cerca de la comunidad, queremos cuidar el medio ambiente, y queremos que esos momentos sean duraderos, entonces decidimos que tenemos que dejar un legado y así surgió Legado DIANA»
Con la iniciativa agua, la empresa de boquitas tiene como objetivo reducir para 2026 el consumo de agua de sus operaciones en un 40 %, actualmente el proceso de reducción ya se encuentra en un 15 %.
Para ello, han realizado inversiones millonarias en el tratamiento de aguas residuales.
Otra de sus iniciativas es DIANA Recicla: Esta consiste en una sinergia entre la empresa, las alcaldías municipales que se encuentran en el contorno del lago de Ilopango, recicladores de la zona y la Fundación Empresarial para la Acción Social (Fundemas) junto a quienes han realizado acciones para limpiar todas sus playas.
Con estas acciones han logrado, en lo que va del 2023, recolectar y transformar 115 toneladas de plástico en «pellets», que es un material que puede reutilizarse en escobas, huacales y madera plástica.
«Nuestra huella plástica es de 130 toneladas y hasta este momento llevamos 115 recolectadas, prácticamente estamos cubriendo toda nuestra huella plástica. Además, actualmente reciclamos el 88 % de nuestros desechos y nuestro objetivo para los próximos tres años es alcanzar el 95%», dijo Núñez.
Apoyos a productores agrícolas es el cuarto componente: DIANA se encuentra trabajando de la mano con la Cooperativa San Carlos de Aguilares, en San Salvador, quienes son los proveedores de plátano para la marca ORÍGENES, además de incentivar la producción de yuca y malanga, que forman parte de la misma línea de productos.
Junto al beneficio directo para 500 personas que forman parte de la cooperativa, la empresa ha iniciado un programa de fortalecimiento de las capacidades de emprendimiento, de desarrollo y de resiliencia al cambio climático con líderes y lideresas de esta comunidad. Este programa se extendería a Guatemala con un modelo similar en el mediano plazo
El quinto componente es comunidades: Asimismo, en cuanto al apoyo a la comunidad, a través del Programa Constructores de Negocios, la compañía ha profesionalizado a más de 320 emprendedores y microempresarios, principalmente mujeres de la zona de Surf City y del Lago de Ilopango en los últimos dos años para que puedan tener el conocimiento y la capacidad de desarrollar sus negocios.
Al respecto, el director de Asuntos Corporativos dijo que estos cinco componentes se eligieron a través del análisis del impacto de DIANA en la sociedad y cuáles son las expectativas que la sociedad tiene de la empresa, datos que fueron recopilados a través de consultas realizadas con trabajadores de la compañía, sectores especialistas y las comunidades impactadas.
Finalmente, Nuñez afirmó que las empresas deben involucrarse en las temáticas sociales. «El Legado DIANA, para nosotros, es un mandato y una obligación, porque a estas alturas si una empresa no piensa en sostenibilidad, no está pensando en el futuro, y si quiere tener un futuro, tiene que ser sostenible», agregó.