El sistema carcelario del país pasó de ser un sistema controlado por las pandillas, que fue permitido por los gobiernos de los partidos FMLN y ARENA, a ser un modelo de oportunidades para los privados de libertad que desean cambiar sus vidas con programas de rehabilitación impulsados en la administración del presidente de la República, Nayib Bukele.
Al hacer una comparativo de cómo se encontraba el sistema carcelario nacional, el director de Centros Penales, Osiris Luna, explicó que, por más de 30 años los gobiernos del FMLN y ARENA nunca se preocuparon por generar condiciones de verdadero cambio, pues dejaron que las pandillas tomarán el control de las prisiones donde realizaban todo tipo de libertinajes, prueba de ello son las denominadas «pornofiestas» en las que se permitió el ingreso de prostitutas para divertir a los criminales mientras la población sufría por la criminalidad.
«Veníamos de Estados fallidos con ARENA y el FMLN; más de 30 años donde lo que menos existía era el control en el sistema penitenciario. El control único que había era el de las pandillas, los gobiernos de ARENA y el FMLN entregaron penales completos a las pandillas, el pueblo salvadoreño sabe lo que sucedía, todos los ilícitos que ingresaban, las fiestas pornográficas en ambos gobiernos, incluso, cuando Rodrigo Ávila era viceministro de Seguridad», explicó Luna en la entrevista de Canal 10.
El director de Penales también dijo que con la denominada «tregua» entre pandillas, que avaló el gobierno corrupto de Mauricio Funes, le fue entregado todo el control del sistema carcelario a las pandillas, y los criminales gozaban de privilegios como tener televisores plasmas.
Pero las cosas tomaron otro rumbo cuando en junio de 2019 el presidente Bukele anunció la implementación del Plan Control Territorial.
«Cuando llegamos el presidente Bukele junto al Gabinete de Seguridad empezamos a establecer reglas y normas que se debían cumplir y a quitar todos los privilegios a las mafias que existían en los centros penitenciarios», comentó el funcionario.
Una de las primeras acciones de realizaron fue cortar la comunicación que los criminales tuvieron por años, pues las órdenes para incrementar los homicidios salieran de las prisiones.
«Bloqueamos efectivamente la señal y seguimos verificando eso día con día. Trabajamos con la PNC en estas verificaciones y a este día no hay ningún tipo de señal en los centros penitenciarios, verificamos el bloqueo constante», dijo el director de Penales.
Luego vendría el borrado de grafitis en las cárceles y posteriormente más de 10,000 traslados de un penal a otro, incluso, poner en las mismas celdas a pandilleros rivales. Con estas acciones, dijo, los índices de criminalidad bajaron notoriamente.
Actualmente la población de reos del sistema penitenciario es de 39,600, de los cuales más de 36,000 se han integrado a programas de rehabilitación impulsados por el gobierno del presidente Bukele que, bajo su visión de cambio, fueron cerradas algunas prisiones para construir centros educativos y espacios culturales para la población.
«Las cárceles eran centros de operaciones de las pandillas, les ponían los niveles más bajos de seguridad, les instalaron cabinas telefónicas donde hacían más de 10,000 llamadas», aseguró Osiris Luna.
Recientemente el funcionario realizó una inspección de rutina, junto al ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro, al penal de Máxima Seguridad de Zacatecoluca, La Paz. «Estuvimos donde se realizan las audiencias virtuales para evitar que los cabecillas salgan a los juzgados y que en ese tramo lleguen a tener contacto con el exterior», dijo.
Añadió que recorrieron los sectores 5 y 6 donde están los cabecillas donde las celas están selladas y los prisioneros no ven la luz del sol. Ahí están encerrados pandilleros que atacaron policías, militares y custodios penitenciarios.