En El Salvador, ningún partido que ha dejado el Ejecutivo ha regresado a él. Antes de los 20 años de ARENA tuvimos un lustro con el PDC, y el FMLN gobernó durante 10 años. La Democracia Cristiana tuvo mayoría simple e impuso su voluntad sin mayor diálogo en lo que se denominó «aplanadora verde». Al perder el Gobierno Central, se quedó sin influencia y ha estado, en varias oportunidades, a punto de desaparecer del mapa legislativo.
Con ARENA sucedió lo mismo. Llegó a ganar hasta 39 diputados, y sumando a los tránsfugas (que en ese momento los apreciaba y fomentaba), llegó a tener 42 votos, más tres de otros «independientes». En las siguientes legislaturas, los partidos políticos «bisagra» aliados fueron necesarios para lograr no solo la mayoría simple, sino también los dos tercios de la mayoría calificada. En ese entonces, el FMLN era el partido del no en la Asamblea Legislativa. Ese papel de oposición dura le valió el aumento de apoyo popular, tanto que sus bancadas parlamentarias fueron creciendo en cada elección y terminaron llevándolo a la presidencia de la república.
Al ser desplazada por el FMLN en el Ejecutivo, ARENA cayó en una indefinición: no asumía que ya no era el partido oficial y no tomaba posturas propias de una oposición, debido a la esperanza de volver al poder, tanto que obligó a las gremiales empresariales a asumir posturas políticas. No fue hasta la llegada del presidente Nayib Bukele que ARENA asumió posturas opositoras y adoptó, junto con el FMLN, la estrategia obstruccionista del no.
La última encuesta de la CID-Gallup nos muestra unos pincelazos de lo que podría ser la próxima Asamblea Legislativa. No solo se trata de que la bancada más numerosa sea la de Nuevas Ideas, sino que también existe la posibilidad de que pueda tener la mayoría simple y que con el apoyo de GANA supere fácilmente los 56 votos de la mayoría calificada. ARENA pasaría al segundo lugar, pero con fuerzas tan mermadas que podría quedar relegada a la irrelevancia si no se suma al bloque dominante. Similar fenómeno se dio incluso cuando el FMLN tuvo la bancada más numerosa, pero entre el segundo y el tercer lugar (ARENA y PCN) lograban los 43 votos de la mayoría simple.
En definitiva, los números importantes en la legislatura son 43 y 56, independientemente de quién tenga la bancada más numerosa. Excepto, como parece ser ahora el caso, si ese grupo parlamentario tiene, por sí solo, los 43 votos. Entonces, la mayoría calificada será la negociación más importante. Un bloque de 66 diputados entre Nuevas Ideas y GANA significará, sin ninguna duda, un relevo histórico del poder. Y todo eso se definirá en las urnas el próximo 28F.
«La última encuesta de la CID-Gallup nos muestra unos pincelazos de lo que podría ser la próxima Asamblea Legislativa. Nuevas Ideas podría tener, por sí misma, la mayoría simple, y con el apoyo de GANA superaría fácilmente los 56 votos de la mayoría calificada».