A un año y medio de haberse registrado el primer caso de la COVID-19, El Salvador ha tenido uno de los mejores manejos de la pandemia, el cual ha sido reconocido por organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
La implementación del Hospital El Salvador, tamizajes y la vacunación contra la COVID-19 han catapultado al país como referente internacional.
Actualmente, El Salvador continúa liderando el proceso de vacunación en Centroamérica, región en la que ocupa el primer lugar en cuanto a la cantidad total de dosis administradas con 7,153,847 hasta el 19 de septiembre (3,907,613 primeras dosis y 3,246,234 segundas aplicaciones); mientras que Guatemala reportó 6,118,069 dosis aplicadas; Panamá: 5,252,959; Costa Rica: 4,872,085; y Honduras, 4,637,151 inoculaciones.
Asimismo, el país ha sobrepasado la vacunación de naciones como Bolivia y Uruguay, las cuales registran 6,392,362 y 6,022,554 dosis aplicadas respectivamente. En tanto, a escala mundial, El Salvador aventaja a Irlanda donde se han administrado 7,130,149 dosis y también a Iraq, donde se reportaron 6, 672,182, según los datos del Centro de Ciencia e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins.
El ministro de Salud, Francisco Alabi, reiteró esta mañana la importancia de cumplir con el proceso de vacunación, la cual se ha convertido en principal estrategia en el mundo para hacer frente a la COVID-19 y disminuir los efectos negativos en la población a causa del virus.
«Para poder alcanzar a un 90 % población inmunizada, necesitamos incorporar todos los grupos etarios. Es un paso importante en la evidencia que surgió hace varios meses», señaló el funcionario durante la entrevista Frente a Frente, en referencia al porcentaje de la población que debe ser completamente inoculada para alcanzar la inmunidad colectiva.
De igual manera, dijo que las nuevas variantes: delta, alfa, beta y gamma, están afectando a todos los grupos etarios, incluidos los menores de 18 años, ya que estas adaptaciones del coronavirus se caracterizan por la facilidad de la transmisión, como la delta, cuya transmisibilidad aumenta hasta en un 67 %.
«Las variantes están teniendo un efecto importante: incremento de la cantidad de casos, pasamos de tener una facilidad de transmisión de tres a cinco personas, a tener una facilidad de transmisión que puede alcanzar hasta 10 personas por cada persona» detalló.