Como un telar en el que cada hilo representa nuestras raíces históricas y el trabajo de cada salvadoreño para construir un mejor país. Así fue como Gabriela de Bukele, Primera Dama de la República, describió a El Salvador durante su discurso en la Expo Dubái 2020, en el que también hizo énfasis en la riqueza natural que posee el territorio salvadoreño y en la calidez de su gente.
La Expo 2020 Dubái es una de las ferias más grandes y relevantes a escala mundial, lo que la convierte en una importante vitrina para mostrar el potencial y la posibilidad que ofrece El Salvador en comercio e inversión. El Salvador participa en la actividad, que se desarrolla desde el 1º. de octubre del 2021 y permanecerá abierta hasta el 31 de marzo de 2022, con un pabellón completo para la exposición de oportunidades que presenta el país al mundo.
En su discurso, de Bukele enfatizó en la impresionante riqueza natural que tiene el país gracias a sus volcanes, ríos, lagos y montañas. Además, destacó la gastronomía local y la herencia cultural que se atesora en los rincones al interior del país.
«En El Salvador podemos recorrer todas las bellezas geográficas en un solo día. Somos un país pequeño, pero con mucha riqueza natural, histórica, gastronómica y cultural. El Salvador tiene otra característica sorprendente: estamos ubicados en el centro de América. Unimos a América del Norte y a América del Sur. Estamos ubicados en el corazón mismo del continente. Yo creo que por eso somos tan cálidos y apasionados con todo lo que hacemos», dijo.
En este punto, la Primera Dama hizo énfasis en la unidad del país en la búsqueda de un mejor futuro. Para ello, comparó a El Salvador con un telar en el que cada hilo se entrelaza para construir una majestuosa obra de arte, siendo cada hilo el trabajo de cada salvadoreño que lucha por salir adelante.
«El Salvador es como un gran tejido hecho por miles de millones de hilos que se van uniendo, transformando, creciendo, rehaciendo y dejando patrones de colores y figuras maravillosas. El Salvador es ese telar donde se entrelazan todas nuestras raíces ancestrales, donde encontramos a los lencas, cacaoperas, chortis, nonualcos y náhuatl. (También) Las raíces europeas, africanas, asiáticas y, por su puesto, nuestras raíces árabes», comentó.
«Somos una compleja mezcla de hilos, raíces, formas de pensar y de ver el mundo. De esos hilos nace nuestra riqueza más importante: nuestra gente. Somos nuestros agricultores, pescadores, trabajadores, profesionales, estudiantes, bailarines, artistas, escritores, poetas, músicos, pintores, grafiteros, diseñadores de moda», añadió.
En su discurso, Gabriela de Bukele hizo principal hincapié en el trabajo de los salvadoreños, siendo este el motor que impulsa al actual gobierno a mantener el ritmo de cambio positivo en un país cuya sociedad fue golpeada por la violencial, la desigualdad social y la corrupción durante los gobiernos de tres décadas anteriores.
«Somos nuestros artesanos, que trabajan la materia prima y al convierten en ropa, hamacas, petates y abanicos. Artesanos que trabajan el barro y lo transforman en arte. Somos la generación que ha empezado a cambiar el rumbo hacia la dirección correcta donde prevalezca la educación, la paz, la cultura, el progreso, la familia, nuestra primera infancia y que las oportunidades sean para todos», expresó.
«No estamos aún donde queremos, porque nuestros sueños son muy grandes. Pero, sin duda, estamos avanzando. Tenemos un pueblo valiente y comprometido con construir un mejor porvenir. Hoy podemos decir que estamos demostrando la gran capacidad que tenemos de crecer y de garantizar una vida digna a nuestros habitantes», añadió.
Finalmente, de Bukele agradeció el espacio que se brindó a El Salvador en la Expo Dubái 2020 para exponer al mundo toda la riqueza cultural y natural del país, así como también mostrar el nuevo rumbo hacia el cual la sociedad salvadoreña se dirige. Su discurso finalizó con la frase «Somos lo que es nuestro», dicha en náhuatl.