Hace 600 obras de teatro, René Figueroa solo era un amante y consumidor habitual de las artes escénicas; pero desde la primera obra a la que asistió para documentarla hasta el 2 de marzo de 2023 han pasado 15 años, y lo que comenzó como un proyecto personal ahora es el único registro del quehacer teatral salvadoreño.
El movimiento teatral, a través de los ojos de René, en esos cientos de puestas en escena ha permitido que los actores salvadoreños no queden en el olvido. Al contrario, ha inmortalizado sus personajes y las expresiones más sorprendentes captadas por la agudeza de un ferviente creyente de la dramaturgia.
Cuando aún no era el boom de la fotografía digital, pero ya daba asomos, René asistió a una obra en el auditorio de Fepade e inmortalizó por primera vez una obra en abril de 2008, era un grupo mexicano llamado Desierto Habitual.
Dos años después, en 2010, visualizó sus dos aficiones, el teatro y la fotografía en conjunto, como un proyecto de vida. Pensando claramente en una exposición el siguiente año cubrió 50 obras.
Con cada escena y cada experiencia, su ojo se fue agudizando y la técnica para retratar las artes escénicas, también.
«La fotografía me hizo convertirme en un exposímetro humano. En teatro no hay chance de andar midiendo la luz», relató.
Pero algo más sucedió entre él y el gremio de teatreros: comenzó una relación de confianza y solidaridad.
«En el camino, me solidaricé con el gremio sin darme cuenta y ya no era solo un proyecto personal. He visto cómo los directores sacan la esencia de los personajes, cómo los actores luchan por compenetrarse y he podido ir haciendo nuevos amigos en el camino», expresa.
Su compromiso con el gremio es probable, tanto que sus fotografías pueden ser utilizadas sin costo alguno por los artistas, con la única petición de respetar los créditos.
Pero la recompensa por las deidades de la dramaturgia también ha llegado: varios colectivos lo han contratado, es el fotógrafo oficial del Teatro Luis Poma desde 2011 y del Centro Cultural de España desde hace seis años.
Arte congelado
En los 15 años que han pasado, René ha retratado cuanta obra de teatro ha podido. Bromea con que aún no cuenta con el don de la ubicuidad, pero su banco de fotografías es insuperable.
Con una presencia promedio de 30 a 50 obras por año, alberga 10 terabytes de archivos y, al menos, ocho de ellos están repletos de fotos de teatro.
La técnica también fue encontrando su camino. René no solo es un fotógrafo dedicado, también es metódico y atento a los detalles. Su habilidad con la luz ha capturado grandes momentos de las obras y también ha creado imágenes en movimiento y congeladas.
«Retratar la puesta en escena es mi trabajo creativo. Sé que hay fotos que no tienen que faltar. Por mi cuenta trato de establecer una narrativa, pero también incluyo este tipo de fotos que son de larga exposición y con movimientos congelados», explica.
De hecho, ha creado su propia fórmula, que no teme compartir cuando le preguntan si ha utilizado trípode o cómo ha logrado ese efecto de barrido con la luz de un escenario.
«Desde las primeras obras experimentaba con eso y llegué a establecer una fórmula: IS0 100, cuatro segundos y la apertura de la composición. No uso trípode porque la vibración de mi cuerpo es mínima. Luego descubrí que me gustaba ese tipo de fotografías que dan un tinte abstracto», cuenta René.
Su habilidad combina el olfato escénico: mientras recopila imágenes está escuchando el texto y cuando siente que viene algo de movimiento se activa.
Con estas imágenes congeladas y en movimiento es que el reconocido, dentro y fuera del gremio, como el «Fotógrafo de las Artes Escénicas» es que decidió celebrar estos primeros 15 años.
Movimiento
Con estos primeros 15 años, René sella horas y horas de dedicación al teatro y su exposición ha tomado forma de la mano del Teatro Poma, especialmente de los curadores Antonio Romero y Mauricio Kabistán.
La idea de la exposición fotográfica coincide, además, con los 20 años de dicho teatro.
«Con los quince años de la fotografía escénica de René queríamos salirnos de lo documental y mostrar más una parte artística con el registro de los movimientos de los actores, de los cuerpos desplazándose en el escenario. Era importante mostrar esa parte que no siempre se publica», explicó Kabistán.
La exposición se inauguró el 7 de marzo bajo el nombre de «Movimiento 15 años de alegorías y tablas» y estará disponible hasta el domingo 23 de abril.
La muestra tiene una dedicatoria especial para todos los involucrados en el mundo del teatro, porque son ellos, a fin de cuentas, quienes han dado vida a cada una de las imágenes que él ha captado.
«Lo más importante es que el gremio pueda tener un acercamiento con el proyecto con motivo de la celebración, porque son ellos los que me dan el material. Para mí el movimiento teatral está activo», dijo René.
Su archivo seguirá creciendo y su lente continuará capturando esos grandes momentos de las obras que montan en el país los colectivos salvadoreños y que, en su opinión, son dignos exponentes de cualquier país de la región como México o Argentina.