La tregua entre pandillas se trató como una política pública donde el gobierno era el facilitador, así lo ha expresado este jueves el exdirector de la Policía Nacional Civil (PNC) y exdirector del Organismo de Inteligencia del Estado (OIE) Francisco Ramón Salinas Rivera, en su calidad de testigo en el juicio en contra del expresidente Mauricio Funes y el exministro de Justicia y Seguridad David Munguía Payés.
Según el exfuncionario, Funes tenía conocimiento de lo que estaba ocurriendo durante la tregua, porque era una política de su gobierno.
}Mencionó que su jefe inmediato era el presidente de la República a quien no conocía cuando lo nombró como director de la PNC, pero que alguien lo recomendó y por eso fue designado como director de la PNC. «Cuando fui nombrado como director solo lo conocía por los medios de comunicación» mencionó Salinas Rivera.
El exfuncionario detalló que el proceso de pacificación conocido mediáticamente como Tregua, a veces se trataba como cualquier otro tema dentro del gabinete de Seguridad, pero el objetivo final era evitar que las pandillas principales se siguieran agrediendo y evitar los asesinatos y extorsiones y que las pandillas principales fueran desarticuladas.
No obstante, en esa época del gobierno del FMLN fue cuando se crecieron y se expandieron más en el territorio, según lo ha reconocido el exdirector del OIE (Organismo de Inteligencia del Estado), Ricardo Perdomo, quien testificó en este mismo caso el miércoles.
Sostuvo que en las reuniones con el presidente se estableció que el ministro de Justicia y Seguridad David Munguía Payés era el facilitador, y que la PNC participó en dos momentos. Uno, asignando inteligencia para que se introdujeran en el proceso dos oficiales de la institución, y el segundo momento fue la recepción de las armas que las maras entregaban.
Agregó que durante la tregua hubo traslado continuo de reos en diversos centros penales, las peticiones para que la Policía apoyara llegaron por parte de David Munguía Payés, a veces lo hacía por llamadas de teléfono, aunque lo correcto era que debía hacerse la petición por escrito. «Se trasladaban reos de un penal a otro, desde Zacatecoluca a otro», expresó Salinas.
En Casa Presidencial a Mauricio Funes le brindaban informes sobre la reducción de homicidios y otras medidas del «proceso de pacificación» -cómo lo dieron en llamar- a lo que el exmandatario decía que se debía seguir brindado la facilitación.
Además, Salinas detalló que tuvo conocimiento que el OIE estaba pagando una casa en los alrededores de la iglesia San José de la Montaña que servía para realizar reuniones relacionadas a la tregua. Reveló que Mauricio Funes designó al gobierno como facilitador y permitir el acceso a los penales a los mediadores de la tregua y reunirse con los cabecillas de las pandillas.
Según el exdirector policial, los exfiscales Romeo Barahona y Luis Martínez llegaban a las reuniones del gabinete de seguridad para asesorar sobre acciones legales a realizar durante la tregua.
En mayo y junio de 2013 cuando llegó Ricardo Perdomo como ministro de Justicia y Seguridad se intentó una segunda tregua con nuevos actores como mediadores, entre ellos el pastor Navas y el padre Toño, ya que ese proceso se había roto cuando el obispo Fabio Colindres dejó de ser mediador.
Pornofiesta y reuniones
Otro de los testigos que han declarado son José Adrián Abarca Molina, quien fungió como director del penal de Izalco, Sonsonate entre el 12 de septiembre de 2012 al 15 de diciembre de 2013, en ese recinto había presos pandilleros de la 18. «Ahí salían internos al centro penal de Mariona y se dieron visitas de monseñor Fabio Colindres y entrega de armas», manifestó exfuncionario.
Detalló que de forma verbal se ordenó que se trasladaran a cabecillas de la pandilla durante cuatro ocasiones al penal de Mariona.
Que hubo una fiesta en septiembre de 2012, la cual fue autorizada por la Dirección General de Centros Penales y coordinada por el subinspector Roberto Castillo quien llegaba a reunirse con los cabecillas de las pandillas en cada uno de los sectores, la fiesta era para tener el control del penal.
Con el grupo llegaron tres mujeres quienes se despojaron de su ropa, que el personal penitenciario estuvo grabando lo ocurrido y se envió ese material a la Dirección General de Centros Penales.
Esa fiesta en dicho reclusorio fue conocida «pornofiesta» en redes sociales circuló el video donde varias mujeres bailaron desnudas para los pandilleros.
La fiscalía también presentó la declaración de Douglas Moreno, exviceministro de Justicia y Seguridad, entre el 2102 al 5 de junio de 2013.
El exfuncionario dijo que se enteró de la tregua por medio de publicaciones y que luego Munguía Payés en una reunión le dijo que se iban a coordinar con Raúl Mijango y Fabio Colindres, quienes estaban en el despacho ministerial, confirmándole que se había ordenado el traslado de unos pandilleros porque había una amenaza de ataque al penal de máxima seguridad lo cual no le cuadraba hacer un traslado de un penal de máxima seguridad a otro de menos seguridad.
Según Moreno, Munguía Payés le informó que Mijango (quien ahora paga condena por extorsionista) iba coordinar con los alcaldes de cuatro municipios para ingresar a esas localidades que se buscaban quedaran libres de violencia, manifestó además que él supo de una flexibilización de las medidas de seguridad en los centros penales.