Los expresidentes hondureños Juan Orlando Hernández, preso por narcotráfico en Estados Unidos, y Porfirio Lobo, dedicado a la agricultura, fueron acusados ante la justicia por corrupción, informó este miércoles el Ministerio Público (MP, fiscalía).
«La Unidad Fiscal Especializada Contra Redes de Corrupción (Uferco) presentó requerimiento fiscal [acusación] contra ocho exfuncionarios, entre ellos los expresidentes Juan Orlando Hernández y Porfirio Lobo», precisó un comunicado del organismo.
«Ambos [fueron] acusados por fraude, y a Hernández también se le imputa lavado de activos de más de 62 millones de lempiras [2,5 millones de dólares]», añadió.
Hernández que gobernó en dos periodos desde 2014 hasta enero de 2022, está preso en Estados Unidos desde abril de ese año, acusado de tráfico de cocaína y uso de armas de fuego, que le pueden dejar el resto de su vida en la cárcel.
Lobo (2010-2014) se dedica actualmente a la agricultura en su región natal, Olancho, este.
El MP informó que Uferco solicitará «la emisión de las órdenes de captura y alerta migratoria».
Junto a los otros seis exfuncionarios, ambos «conformaron entre 2010 y 2013 una red de corrupción que participó en la ampliación y aprobación de los desembolsos de fondos públicos por más de 288 millones de lempiras (11,6 millones de dólares)», argumentó el MP.
Hernández recibió «desembolsos que se realizaron desde fundaciones […] para el financiamiento de su campaña política», explicó.
Lobo, por su parte, autorizó «el traslado de fondos de una secretaría a otra para facilitar los desembolsos a sus fundaciones utilizadas para drenar fondos», agregó.
«Lo que esperamos es que se haga justicia en ese saqueo de 288 millones […] que fueron utilizados en su totalidad para la financiación de campañas políticas», abogó en declaraciones a medios locales el titular de Uferco, Luis Santos.
El flagelo de la corrupción agrava la situación en este país centroamericano de diez millones de habitantes, donde el 74 % están agobiados por la pobreza.