Francia suspenderá «hasta nuevo aviso» todos sus vuelos con Brasil debido a las inquietudes generadas por la variante brasileña de la COVID-19, anunció este martes el primer ministro, Jean Castex.
«Constatamos que la situación se agrava y hemos decidido, por lo tanto, suspender hasta nuevo aviso todos los vuelos entre Brasil y Francia», señaló.
Hasta ahora, los viajeros procedentes de Brasil — como de otros países — debían presentar un test PCR negativo para poder entrar a Francia y debían comprometerse a aislarse durante siete días.
Esta medida fue tomada en vista de la situación sanitaria en Brasil, que no cesa de agravarse desde febrero, debido a la aparición de una nueva variante del virus, conocida como P1, considerada más contagiosa y peligrosa.
Cuestionada por la AFP, la cancillería brasileña dijo que ese tipo de restricciones adoptadas por algunos países debido a las nuevas variantes del coronavirus «han afectado no solo a Brasil, sino también a países como Reino Unido, Sudáfrica y Japón».
«Se trata del mismo criterio que justifica la prohibición, actualmente vigente, e ingreso a Brasil de vuelos procedentes de Reino Unido y Sudáfrica», agregó.
Aunque en Francia esta variante sigue siendo minoritaria (menos del 5% de los contagios), los profesionales de salud alertan desde hace unos días de la propagación de esta cepa y la oposición exigía que el gobierno interrumpiera los vuelos con el país sudamericano.
«No podemos tomar a la ligera a la variante brasileña», estimó el martes el jefe de los servicios de enfermedades infecciones de un hospital de París, Gilles Pialoux.
Esta cepa, que apareció en el estado Amazonas (norte) preocupa sobre todo debido a su resistencia a las vacunas contra el covid-19.
Los científicos hablan de un fenómeno de «escape inmunológico». «Las vacunas funcionan muy bien con la mutación inglesa, pero vemos una pérdida de protección con las variantes brasileña y sudafricana», explicó al diario Le Parisien el virólogo Bruno Lina.
Ambas cepas son portadoras de la misma mutación, E484K, de la que se sospecha que reduce la inmunidad adquirida, ya sea a través de una infección pasada (con el consiguiente aumento de la posibilidad de reinfección) o a través de las vacunas.
Aunque todavía se dispone de pocos datos sobre la variante brasileña, varios estudios in vitro de la sudafricana muestran este riesgo.
Francia, que volvió a un confinamiento nacional parcial desde el 3 de abril y roza las 100.000 muertes por COVID, ha registrado un fuerte aumento de contagios.
El lunes se registraron más de 5.900 pacientes con COVID en cuidados intensivos, una cifra que no se había visto desde hace un año.