El artista salvadoreño, Francisco Antonio López Benavides, recibió un encargo muy importante en 2020: retratar al entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Fue el encargo de su vida, según explicó a The New York Times. Casi tres años después de que se le entregó la pintura a Trump, el artista dice que se siente honrado de que la obra sea uno de varios obsequios entregados al expresidente y su familia durante su mandato.
«Me halaga que lo apreciara. Porque es multimillonario. Puede tener mil cuadros suyos. Pero si se llevó mi cuadro es porque ama y valora el arte. Estoy feliz», dijo el artista de 59 años.
El retrato es uno de los 100 obsequios valorados en más de $250 mil dólares que se entregaron a la familia presidencial.
López explicó que ahora no comprende por qué los demócratas están buscando la pintura, la cual fue un «gran regalo» del amigo de Trump: el presidente salvadoreño, Nayib Bukele: «Si un amigo te da algo, es tuyo, ¿verdad?» dijo López.
En su momento, fue su personalidad del presidente Bukele lo que resultó llamativo para López, motivo por el cual decidió pintarlo mientras hacía campaña para las elecciones presidenciales de 2019, y cuando le entregó el retrato, se hicieron amigos inmediatamente.
López también se encargó de pintar a Bill y Hillary Clinton en 1997. De igual manera, creó un retrato del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, encargado por presidente Bukele.
A medida que se acercaban las elecciones estadounidenses de 2020, el presidente de El Salvador le encargó a López que pintara a Trump. Pero para el artista, la pintura tenía que ser «más grande que la vida: mide unos dos metros y medio de alto con el marco», dijo López.
Tenía que «representar la grandeza de Donald Trump, ¿entiendes? Esa fue mi intención, plasmar la grandeza de ese hombre en mi obra».
Antes de comenzar, López le pidió a su esposa que buscara varias fotos de Trump, combinando diferentes características de varias imágenes para crear el retrato.
El retrato tardó unos cinco meses en pintarse, y fue entregado a la Casa Blanca en el otoño de 2020.