El expresidente de la República, Alfredo Félix Cristiani Burkard, señalado por la Fiscalía de autor intelectual de la masacre de los jesuitas, habría abandonado de emergencia El Salvador para radicarse supuestamente en Italia, según la publicación que hizo en Twitter el pasado sábado, su hija Claudia Cristiani.
«Casi 100 años después de que mi abuelo migró a El Salvador, migrar de regreso. Círculos», escribió en su cuenta, en el mensaje publica una fotografía de la fachada de la Basílica de Santa María Novella (Florencia, Italia). El exmandatario de 74 años, quien ganó la presidencia bajo la bandera del partido ARENA, es hijo del inmigrante italiano, Félix Cristiani y de Margoth Burkard, salvadoreña con ascendencia suiza.
Al salir del país, Alfredo Cristiani, quien se crio en el seno de una familia terrateniente, productores de café y propietarios de empresas algodoneras y farmacéuticas, evitaría el proceso penal que desde el 5 de enero 2022 fue avalado por la Sala de lo Constitucional y que hasta la semana pasada el expediente no había llegado al Juzgado Tercero de Paz para que la Fiscalía General de la República presente la acusación formal.
«A veces las dificultades se convierten en oportunidades. Círculos. Retorno a las madre patria», escribió la hija del famoso imputado, quien subió una fotografía de sus padres en un parque.
UNA MASACRE Y SOBRESUELDOS
Además de la masacre de los sacerdotes jesuitas, Cristiani, es señalado de haber recibido cheques de la partida secreta a su nombre por un monto de $4.2 millones, de parte del Ministerio de Hacienda mientras fungió como presidente entre los años 1989 y 1994.
Según se ha dicho, ese dinero salió de los gastos reservados de la Presidencia de la República, cada uno de los presidentes de ARENA y luego del FMLN modificaron un reglamento para disponer de los fondos de la cuenta subsidiara del Tesoro Público discrecionalmente y que no entraran a la contraloría que por mandato de ley debe hacer la Corte de Cuentas de la República.
De confirmarse la salida del país, Cristiani, estaría siguiendo el camino de los expresidentes del FMLN, Mauricio Funes y Salvador Sánchez Cerén, quienes huyeron a Nicaragua bajo un asilo político y posterior nacionalización que Daniel Ortega les otorgó para no ser extraditados hacia El Salvador y enfrentar los procesos penales por delitos de corrupción por saqueos que hicieron a las arcas del Estado por más de $400 millones.
El diputado de Nuevas Ideas Christian Guevara, y jefe de jefe de fracción en la Asamblea Legislativa, reaccionó diciendo que «los perseguidos políticos no están en Italia. Eso es una trampa caza bobos. Están ahí cerquita, a un pasito de un país donde no existe la extradición. Han vivido en la impunidad y quieren morir así», publicó.