El poderoso movimiento indígena y el Gobierno de Ecuador sostuvieron ayer en Quito un primer acercamiento, en medio del inicio de una discusión en el Congreso para votar por la destitución del presidente del país, el derechista Guillermo Lasso, por la «conmoción interna» que ha causado seis civiles muertos durante 13 días de sangrientas protestas indígenas contra el elevado costo de vida.
El presidente del Parlamento, Virgilio Saquicela, anunció el diálogo a periodistas en el atrio de la basílica del Voto Nacional, tras un encuentro que se desarrolló allí y al que asistieron el titular de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), Leonidas Iza, y dirigentes de otras organizaciones de aborígenes. Por el Ejecutivo concurrieron varios ministros, como el de Gobierno, Francisco Jiménez, según Saquicela.
«Este diálogo ha iniciado. No ha habido compromiso alguno, sino simple y llanamente la decisión de la Conaie […] de consultar a sus bases la designación de una comisión para el inicio de este diálogo», expresó el jefe de la Asamblea Nacional.
«Aspiremos a que en las próximas horas se concrete esta comisión y puedan sentarse en una mesa de negociaciones», añadió.
Entre los reclamos de la Conaie figuran una reducción de los precios de los combustibles y la moratoria por un año para el pago de deudas de campesinos con la banca.
Por su parte, los 47 miembros de la bancada de Unión por la Esperanza (UNES), afín al expresidente socialista Rafael Correa (2007-2017), solicitaron el viernes la salida del poder del presidente, un exbanquero de derecha que asumió el cargo en mayo de 2021.