Javier Reyes, de 27 años, es un arquitecto que, desde hace 12 años, se empezó a dedicar a pintar tumbas en el Cementerio General de San Miguel, como una forma de ganar dinero para financiar sus estudios.
Javier cuenta que desde pequeño ha desempeñado múltiples trabajos que le ayudaron a sacar su carrera en la Universidad de El Salvador. Pintar tumbas el 1 y 2 de noviembre ha sido uno de sus múltiples trabajos que le ayudó a cumplir su sueño.
«Decidí dedicarme a esto para generar un ingreso y porque siempre en mi vida estudiantil trabajé para poder costearme mis estudios. Hoy ya soy un arquitecto», expresó con orgullo el migueleño.
A pesar de que finalizó su carrera y tener un trabajo estable e independiente como arquitecto, Javier dijo que prometió continuar dedicándose a esta labor que lo ayudó a salir adelante.
«A pesar de tener mi profesión, yo prometí que siempre iba a venir, ya que fue un trabajo que me ayudó a lograr mi carrera», dijo Javier.
Para este año, debido a la gran demanda, decidió asistir con dos amigos, su novia y su cuñado para poder sacar el trabajo.